Petri le ganó la pulseada a Victoria Villarruel: de tratarla de “ñoqui” a ministro de Defensa

Curiosa maniobra la de Luis Petri quien asomó hace algunos meses como opción en el ala dura de Juntos por el Cambio para acompañar a Patricia Bullrich en sus aspiraciones presidenciales y ahora fue elegido para encabezar el Ministerio de Defensa en la flamante gestión de Javier Milei.

El dirigente radical logró en pocos meses mutar su posición de actor casi desconocido para el ámbito público, pareja de una periodista, hasta ser considerado en La Libertad Avanza como una de las figuras externas al espacio que ocupará un rol activo en el próximo mandato. 

Fue centro de las críticas cuando decidió fiscalizar para el líder libertario tras quedar en tercer lugar junto a Bullrich en las elecciones generales, no obstante, el esfuerzo tuvo su premio, es que, pese a las disputas públicas con la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, el representante del radicalismo logró quedarse con la cartera de Defensa, una de las aspiraciones de la principal ladera de Milei.



La tensa relación entre ambos data de los debates televisivos que se dieron entre los candidatos a la vicepresidencia de todos los espacios que superaron las PASO. En ese contexto, el propio Petri no dudó en atacar a Villarruel por su escaza labor en la Cámara de Diputados al tratarla de “ñoqui”, haciendo referencia a la nula presentación de proyectos.

“En mi barrio a los que no presentan proyectos y en mi pueblo, les dicen ñoquis y eso es lo que sos vos después de 20 meses de no haber presentado un solo proyecto de seguridad”, castigó el flamante ministro y afiliado a la Unión Cívica Radical (UCR).

Villarruel, que incluso lo bloqueó en sus redes sociales y le costó la burla de su ahora compañero de gestión, se defendió: “Los proyectos están en la página del Congreso. Si no los leíste no es mi problema, pero no digas gansadas”.

El arribo del ex candidato de Juntos por el Cambio a las filas libertarias generó revuelo en la interna del partido fundado por el presidente electo. Las idas y vueltas en la división de cargos son, a pocos días de asumir, un desvelo para el Gobierno entrante.