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- 12.02.2024
OPINIÓN
"Otra vez la salud como barrera excluyente", por Werner Pertot
Reflotaron la idea de que los bonaerenses no pueden atenderse en hospitales porteños o bien que hay que cobrarles. Un viejo paradigma del PRO que cada tanto resurge.
Y volvimos a la vieja discusión de si los hospitales porteños tienen que ser solo para los porteños. El jefe de Gobierno, Jorge Macri, dijo que siempre hubo un uso por parte de bonaerenses de hospitales públicos pero que está llegando a niveles críticos (y, de paso, me pregunto, los aumentos indiscriminados e irracionales de las prepagas, ¿tendrán algo que ver con la presión sobre el sistema público?). Y planteó que están evaluando algún sistema que de prioridad a los porteños o bien cobrarle al gobierno de Axel Kicillof por sus servicios. El gobernador bonaerense contestó que es una estupidez y recordó que la mayoría de lo que recauda el Gobierno porteño por ingresos brutos viene del otro lado de la General Paz. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, incluso recordó que la Ciudad manda su basura y trata sus residuos cloacales en provincia. ¿Y si se negaran a recibirlos?
Todo esto es, les aclaro de entrada, una discusión vieja, viejísima. La primera vez que ocurrió fue con la llegada a jefe de Gobierno de otro Macri, Mauricio. Su ministro de Salud de ese entonces, Jorge Lemus, también planteó darle prioridad a los porteños y el gobernador de ese entonces, Daniel Scioli, volvió sobre los mismos argumentos. Al final, quedó en nada. Pero cada tanto las discusiones vuelven: si hay que cobrarle a extranjeros fue una. Y ahora si hay que cobrarle a los bonaerenses.
Jorge Macri dijo que están trabajando en un nuevo sistema de diagnóstico y atención que priorice en los hospitales públicos a los porteños. Además, podrían empezar a trasladar el costo de las consultas a los bonaerenses a Kicillof. “Necesitamos que la Provincia asuma su responsabilidad en salud en su lugar de origen”, aseguró el jefe de Gobierno, que hasta hace poco era intendente de Vicente López. Muchos le señalaron que, si fuera por su criterio, él no se podría atender en un hospital público. Faltó que saliera Martín Lousteau a cantarle: “¿De qué barrio sos, Jorge Macri?”, y cartón lleno.
“Esto que sucede es algo histórico, pero está alcanzando su pico de complejidad más alto. El nivel de desmanejo y desinversión en la salud pública a nivel provincial es grave. Fijate que la mayoría de los municipios desde donde dicen que vienen no tienen salud municipal. Nosotros hacemos un gran esfuerzo, pero tiene un límite. Nuestra responsabilidad es tratar de priorizar al vecino que sostiene al sistema público”, afirmó Macri.
La respuesta de Kicillof fue tan dura como la que había tenido otro Macri de Scioli. “Todos los días, dos o tres millones de bonaerenses van a trabajar a la Ciudad”, indicó Kicillof quien dijo que habría que hacer el cálculo de cuánto dejan en materia de impuestos a Ingresos Brutos. “Si hacemos la cuenta, la mayoría de los impuestos de la Ciudad de Buenos Aires son producto del trabajo de los bonaerenses que van ahí. Pero qué estúpido es el razonamiento”, dijo el mandatario.
“Ante la propuesta de Jorge Macri de priorizar la atención médica de vecinos porteños en hospitales públicos de CABA y cobrarle a los bonaerenses, sería bueno recordarle que los residuos y líquidos cloacales de la Ciudad son recibidos y tratados en la provincia de Buenos Aires”, recordó, por su parte, Jorge Ferraresi. Ojo con el razonamiento del intendente de Avellanteda: si, de alguna forma, se negaran a recibir las toneladas de basura que manda la Ciudad por día, no sé de qué se va a disfrazar Jorge Macri.
Otro que se mostraba en contra de estas “soluciones mágicas” era un candidato a jefe de Gobierno llamado Jorge Macri: rápidos, en Twitter encontraron una respuesta que le dio a Ramiro Marra en un debate donde decía que no se podía recurrir a este tipo de soluciones demagógicas.
En aras de discutirle al jefe de Gobierno, en la misma red hubo usuarios que recordaron que los 34 hospitales porteños fueron financiados con fondos federales para su construcción (incluido el Argerich, donde se vio un video de un médico quejándose de que no daba abasto). Y que la Ciudad no logra ni terminar en hospital de Lugano, prometido por Macri hace 17 años. Y lo que más hizo son CESACs.
Humildemente, creo que cada vez que se plantea esta decisión no tiene sentido. El sistema de salud debería funcionar como uno solo (incluso esto empieza a quedar más claro ahora con el descalabro del costo de las prepagas, el desfinanciamiento de las obras sociales y el inminente colapso del sistema público), y no perderse en discursiones de en qué lado de la General Paz vive el que necesita acceder al derecho a la salud.
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