- Sociedad
- 18.04.2024
CULTURA
Se realizó un encuentro por la cultura en la Biblioteca Nacional
Fue para visibilizar los 120 trabajadores despedidos que afectan el funcionamiento en atención al público, realización de eventos, consultas a distancia, ingreso y digitalización de materiales, y mantenimiento del edificio.
La explanada de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno fue sede el martes pasado de un masivo encuentro en el que se reclamó por la reincorporación de 120 trabajadores despedidos y se defendió la crucial tarea que cumple el organismo en preservar el patrimonio cultural del país.
Convocado por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el acto reunió a personalidades entre las que se contaron a la Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida; los escritores Claudia Piñeiro y Martín Kohan, y referentes del mundo político y sindical como el diputado nacional y titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo y el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar.
Entre los asistentes a la convocatoria también se contó el actor y cineasta Luis Ziembrowski: “Estoy acá porque la Biblioteca Nacional es un emblema y un faro que, sobre todo con la dirección de Horacio González (quien la comandó entre 2005 y 2015) plantó una idea del pensamiento crítico, del desarrollo de la comunidad que se organiza a través del intelecto”, dijo a Tiempo el actor.
El masivo reclamo contra el tendal de despidos cruelmente anunciado por medio de un correo electrónico cursado en la noche del 27 de marzo pasado, comenzó con la sonora y contundente exhibición de unos 14 ejecutantes de percusiones y vientos.
“Esos mails fueron al voleo y les llegó tanto a personas con mucha antigüedad como a otras más nuevas en la entidad y ataca directamente a buena parte de las funciones que cumple la Biblioteca”, señaló a Somos Télam el músico y compositor Juan Pablo Fernández, también trabajador del organismo e integrante del colectivo Música por Necesidad y Urgencia.
Otro trabajador declaró que “Hay áreas que con estos despidos quedaron imposibilitadas de seguir funcionando, algo que tiene que ver con el nivel de desinterés y desconocimiento de las autoridades”.
La medida instrumentada desde la dirección de la Biblioteca Nacional, a cargo de Susana Soto, está en línea con el plan de achicamiento, ajuste y despidos en la esfera estatal que el gobierno ultraliberal de Javier Milei está llevando adelante.
El caso específico de quienes trabajan en el hermoso e histórico edificio enclavado en el barrio de Recoleta, tiene un contexto de debilidad frente a estos embates reduccionistas ya que un 98% de la dotación cumple funciones en la modalidad de “planta transitoria”, incluso muchos de ellos con hasta 30 años desempeñando labores allí.
“Sin lugar a dudas esa es la gran deuda de los gobiernos anteriores en relación a darle estabilidad al trabajo, algo que, además, deja expuestas a las personas con contratos anuales pero sujetos a revisión cada tres meses en un entorno tan delicado y complejo”, reflexionó una trabajadora de la Biblioteca al graficar la situación actual y dar cuenta de cómo se llega a ella.
Entre las voces participantes del acto, que culminó con el canto colectivo del Himno Nacional, estuvo la escritora y guionista Claudia Piñeiro que indicó: “Parece increíble que tengamos que explicar la importancia de una Biblioteca Nacional y de la necesidad de contar con trabajadores con profesionalidad y profesionalismo, pero debemos preguntarnos cuánto vale lo que está acá dentro para quién no le importa la cultura”. Piñeiro desafió a electores de Milei: “Quiero ver acá y luchando a los que dijeron ‘lo voto pero esto no lo va a hacer’”.
Taty Almeida dijo que “Todos los días se hacen estos encuentros con personas que seguimos de pie contra este gobierno despreciable y deplorable con un presidente enajenado. Perdimos una elección pero no nos han vencido. Hay que seguir resistiendo y las locas (como las llamó despectivamente la dictadura) seguimos de pie”. En su encendida y aplaudida alocución, la luchadora por los derechos humanos también arriesgó: “Seguro que desde algún lado está apoyándonos nuestro querido Horacio González, presente ahora y siempre”.
Por su parte, Sergio Palazzo, secretario general de la Bancaria y diputado por Unión por la Patria, defendió la función de estos espacios al recordar: “Cómo crecí en una familia humilde pude estudiar gracias a los textos que leía en una biblioteca pública en mi provincia de Mendoza” y dando cuenta de su rol como legislador y como integrante del sindicalismo organizado, llamó a “que los que tienen que levantar la mano definan si están del lado de los trabajadores o de los verdugos de los trabajadores”.
Con una sintonía similar, Rodolfo Aguiar, titular de ATE, preguntó a la muchedumbre: “¿En serio esto se soluciona despidiendo trabajadores?” e inmediatamente ensayó una contundente respuesta: “Estamos frente a un plan para colonizar la Argentina pero no van a poder, vamos a luchar y tenemos que hacerlo uniéndonos en las calles”.
Según denuncian los trabajadores, los despidos afectan el funcionamiento de la Biblioteca en tareas esenciales como atención al público, realización de eventos, consultas a distancia, ingreso y digitalización de materiales, y el propio mantenimiento del edificio, lo cual perjudica directamente a usuarios y visitantes.
“En el marco general del ataque al empleo público no somos la excepción y estamos siendo atacados por el Gobierno con 120 despidos que se materializaron en marzo, antes del feriado largo. En la Biblioteca Nacional no sobran trabajadores, faltan líneas de trabajo y profundizar el proyecto del gobierno”, dijo Diego Martínez, delegado general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la Biblioteca.
Para Martínez, el gobierno de Milei “se dedica a hacer un relevamiento y llenar planillas de Excel para mostrar ante la sociedad que lo acompañó con su voto la reducción del Estado a su mínima expresión” y advirtió que “están retirando el Estado de las provincias y haciendo un achique infernal en las reparticiones nacionales en la Ciudad de Buenos Aires”.
“Estamos en estado de alerta. Queremos discutir en una instancia de negociación. La directora Susana Soto fue quien hizo el primer relevamiento y como no llegaba al 30 por ciento que pedía Capital Humano, el Ministerio toma las riendas del asunto y despide a una cantidad de compañeros que tenían tareas”, agregó el delegado de ATE.
Según explican sus mismos trabajadores, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno es una institución bicentenaria que cumple una función trascendental, la de “cuidar, preservar y difundir el patrimonio bibliográfico y cultural de la República Argentina”. “Somos sus trabajadores quienes garantizamos el acceso a estos derechos a la ciudadanía. Los trabajadores de la Biblioteca Nacional venimos construyendo una institución cada vez más activa, profesional y comprometida con su desarrollo bibliotecológico y cultural, promoviendo la capacitación permanente para estar a la altura de su importancia. El ajuste y los despidos solo deterioran los servicios que brinda la institución”, advirtieron los trabajadores.
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