COMUNA 11

La Termomecánica llegó a Villa del Parque para sumar cultura independiente

Este nuevo espacio cultural abrió hace más de un año en el barrio de Villa del Parque, allí donde se mezclan Villa General Mitre y Villa Santa Rita, en una vieja planta industrial donde la maquinaria es la decoración.

Dafne Strobino

Ariel Bercovich y Diego Barmat son amigos desde la infancia cuando iban al Club Hebraica. Ariel es psicólogo y Diego productor audiovisual, en 2021 pensaron en abrir un espacio cultural en la fábrica de termomecánica que fue de la familia de Ariel.
 
La abuela de Ariel se llamaba Feigue Kuszniecki. Ella dirigía la fábrica Termomecánica Adiabatic que había sido de sus suegros anteriormente. Cuando Ariel era chico se pasaba horas en la fábrica entre los operarios y la maquinaria. Feigue administró la empresa familiar durante cincuenta años, luego de que la prematura muerte de su marido la pusiera en ese lugar hasta que su propia salud “comenzó a resquebrajarse a fines del 2019”, cuenta Ariel.
 
Desde los años 60 en esa planta se producían torres de enfriamiento de agua e intercambiadores de temperatura, máquinas requeridas por la industria plástica. El fin de la fábrica coincidió con la pandemia de Coronavirus y hacia finales del 2021 los herederos empezaron a desarmar la fábrica. “Estuvimos como un año y pico vaciando el lugar porque mi abuela vivía acá, en la parte de adelante”, explica Ariel a Nueva Ciudad.
 
“Décadas de historias se sienten en el aire. Se plasman en retazos, en hierro oxidado, en aceite industrial, en toneladas de papeles y fotos. La transformación es inminente. La disyuntiva: mutar o vender. Se sueña mutar y se elige”, plasmaron en su cuenta de Instagram. Y es cierto, cuando se traspasa el portón de entrada se entra a un espacio diferente, una típica casa chorizo con un galpón atrás donde ahora la cultura independiente tiene un nuevo hogar.  
 
En diciembre de 2022, en plena fiebre mundialista, el espacio cultural abrió las puertas por primera vez con su nueva identidad. Techos altos, gruesos muros, objetos cargados de historia, un escenario ideal para crear cultura.
 
Ya han pasado muchos solistas y bandas que han ido a mostrar su música en La Termomecánica que está ubicada en Bolivia 2329. Además, durante las tardes de la semana se suceden distintos talleres abiertos a la comunidad como canto, cine, dibujo y pintura, cerámica y danza india. “Queremos ampliar la oferta de talleres”, dice Ariel.
 
“Mi hermano tiene su taller de lutería en el fondo”, cuenta Diego a Nueva Ciudad. “Hay mucha gente que nos ayuda, que nos da una mano, pero somos nosotros dos los socios”, continúa Ariel. 
 
Tienen una agenda fija con una noche al mes se desarrolla La Nave de Juegos donde ponen a disposición de los y las participantes juegos de mesa, de rol, de magia, consolas y ping pong; otra noche está reservada para “La Termopeña”, dedicada a la música folclórica, con empanadas, vino y mucho baile. Ahora quieren sumar una feria de emprendedores y artesanos del barrio que se haga mensualmente, ya hubo feria de ilustradoras, de ropa vintage, hubo tatuadores. También se presentaron obras de teatro. 
 
El año pasado fueron sede de La Noche de las Peñas, evento organizado por el Gobierno de la Ciudad en el que participaron 40 peñas. “Se acercó mucha gente que no nos conocía, vino gente del barrio y de otros lugares más lejos, salió muy bien, esperamos que ahora que nos conocen sigan viniendo”, se ilusiona Ariel.   
 
El espacio también está disponible para artistas y artesanos que necesiten una sala para dar sus talleres. Además, se alquila como locación para producciones fotográficas y rodajes. En la fachada hay una cartelera con los talleres y la programación desde donde difunden las actividades.
 
“Formamos parte de MECA (Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos), desde ahí nos dieron una mano enorme con el tema de la habilitación del espacio, estamos habilitados actualmente, pero siempre hay algún papel que presentar”, explica Diego.
 
En cuanto a la relación con el barrio dicen que se acercan vecinos que viven cerca, que conocían la fábrica. “Cuando abrimos la puerta pasa gente que entra, nos pregunta cosas, el lugar llama la atención, en la cuadra todos conocían a la abuela de Ariel. El otro día pasó un vecino que se emocionó al verlo a Ariel, de conocer al nieto”, comparte Diego.
 
“Este barrio sigue siendo barrio, como que Villa Crespo y Chacarita se parecen cada vez más a Palermo y eso encarece los valores de los alquileres y creo que eso hace que los espacios culturales y los artistas se muden para este lado. Esta zona es muy tranquila”, observa Ariel.
 
“Como esto era una fábrica vienen clientes, nos tocan la puerta, preguntan. De hecho vendimos un montón de cosas que había de la fábrica a personas que habían sido clientes”, rememora Ariel.
 
En cuanto a la comida que sirven Ariel y Diego cocinan algunas cosas como guisos y knishes, pero las empanadas son de la pizzería Kike que queda sobre la calle Artigas, a metros del Centro Cultural Resurgimiento. Kike cocina bárbaro, tenemos muy buena relación con él”, cuenta Ariel.
 
Entre sus proyectos Ariel y Diego esperan poder dedicarse tiempo completo a La Termomecánica, que abre por la tarde como bar, para disfrutar de un café o una birra fresca en el patio de la casa.
 
Contacto
Instagram: @la.termomecanica




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