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- 18.06.2024
COMUNA 11
Federico Baggini de BYLPLI: “El territorio es todo aquel espacio que podemos habitar desde nuestras prácticas”
La Biblioteca y Librería Popular de Literatura Inclusiva abrió hace dos años en el barrio de Villa Santa Rita con una propuesta social que incluye presentaciones de libros, juegotecas, huerta comunitaria, espectáculos de narración oral y ferias de emprendedores.
Visitamos la Biblioteca y Librería Popular de Literatura Inclusiva (BYLPLI), que está ubicada en Camarones 2876, en el barrio de Villa Santa Rita. Charlamos con su coordinador Federico Baggini, quien nos contó el proyecto de este espacio social y todas las actividades que realizan.
En esta casa funcionaba un espacio vegano, ¿no?
Acá funcionó algo que fue muy cercano a este proyecto, pero que es bastante diferente, pero que tiene una base ahí, de hecho hay personas que estábamos en FRACCTAL y ahora estamos en BYLPLI.
A FRACCTAL lo fundamos en enero de 2015, duró hasta mediados del 2016. Yo fui coordinador general el primer año, luego estuve como integrante 6 meses más y después me fui, al poco tiempo se disolvió el proyecto. FRACCTAL era un espacio vegano, cultural y artístico, tenía una impronta social y de abordaje de problemáticas sociales. BYLPLI es algo netamente social, tiene algo de cultural o artístico, pero no organizado por nosotres.
¿Cuándo comenzaron con BYLPLI?
En 2018 empecé a pensar este proyecto. La casa es de un amigo, una persona mayor, que me la alquila desde 2015. Después se convirtió en casa comunitaria, entre 2016 y 2021, en donde vuelvo a ingresar como coordinador.
Abrimos a principios de 2020, después vino la pandemia. Ese año fue complicado, pero en septiembre, octubre se empezó liberar un poco, ahí empezamos a retomar las actividades. En abril de 2021 empezamos a restaurar los muebles que habíamos juntado de la calle o nos habían donado, así fue que en esos meses de laburo conformamos y consolidamos la grupalidad. A fines de julio ingresamos a la casa y estuvimos poniendo en condiciones el lugar. Inauguramos esta sede el 15 de octubre de 2021, a partir de ahí fue empezar a hacer cosas.
Ustedes son una biblioteca y librería
Somos una asociación civil y biblioteca popular. Como hace poco cumplimos dos años estamos tramitando el reconocimiento de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
Una vez que empecemos a ser reconocides por CONABIP y también por la Dirección General de Promoción del Libro, Bibliotecas y la Cultura de la Ciudad, vamos a empezar a percibir subsidios. Con lo de la Ciudad nos va a perimir pagar sueldos a bibliotecaries, nos va a permitir movernos de otra manera y sostenernos.
La BYLPLI se destaca por unos ejes fundantes: uno de los objetivos fundantes es que en la biblioteca trabajen personas que salen de contexto de encierro y una persona de la población trans. Esas dos poblaciones son las que nos interesan y entendemos que son las que más dificultades para acceder a un empleo formal tienen.
Otro objetivo de la biblioteca es ir en contra de la propiedad privada, no desde un lugar anarquista ácrata de querer hacer que todos vivamos en la misma parcela, porque entendemos que eso lleva mucho tiempo de hacer, de ejecutarse como una forma de vida y forma social de práctica comunitaria, sí entender que si contamos con el privilegio de tener un espacio en el cual pagamos un alquiler que no es tan alto, tenemos la venia del dueño que es amigo y que sabe lo que pasa acá, por qué no socializar el espacio, el espacio no es de la biblioteca, el espacio es habitado por la biblioteca.
Ofrecimos a diferentes organizaciones que no tienen una sede fija, y que se reúnen en casas, bares, que esta sea su sede fija. Por ejemplo Feminacida, no es que está en la BYLPLI, sino que la sede de Feminacida es Camarones 2876, en tal horario tal día. Entonces logramos que la idea de poder habitar un espacio y hacernos cargo y responsables del cuidado y la manutención sea de varias orgas. Se socializa la propiedad, no se individualiza ni se ejecuta o sostiene a través de jerarquías.
Como Feminacida también hacese de acá el Movimiento de Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir, hacese de acá la Asamblea Trava Trans no Binaria, hacese de acá Tierra Roja, de ANRed y de Desplegare que es un centro para personas con discapacidad que está justo en la esquina y como muchas veces no tienen espacio vienen acá a reunirse.
Otro objetivo es que la sede no es nuestro territorio, sino uno de los tantos territorios que habitamos. Por ejemplo nosotres hacemos talleres de alfabetización en el Isauro Arancibia, que es el centro educativo para personas en situación de calle, hacemos talleres de alfabetización y escritura en cárceles de la provincia de Buenos Aires, hacemos jornadas para las niñeces junto a otras orgas en Provincia, articulamos con otras bibliotecas que están en contextos muy específicos como villas o asentamientos, hacemos talleres en Hecho en Buenos Aires para las personas en situación de calle, trabajamos con una escuela de educación especial en formación laboral, damos talleres en el Centro de Día Confluir que habitan personas con discapacidad adultas y adultas mayores y así tenemos un montón de trabajo por fuera del territorio biblioteca. Vamos a otros territorios que pueden ser una cárcel o un contexto de encierro, puede ser un centro de día privado o una escuela pública de educación especial o una villa y así sucesivamente vamos tomando tareas.
Ese es otro principio fundante, la idea de que el territorio es todo aquel espacio que podemos habitar desde nuestras prácticas.
Están especializados en género y diversidades
Como biblioteca tenemos un acervo general, le damos mucha importancia a lo que queremos tener, y por otro lado a lo que les usuaries quieren, buscamos tener algo de lo que las personas buscan porque es muy específico el público al que le vas a poder ofrecer solamente lo que ideológicamente estás de acuerdo, si bien las novelas con las que no estamos de acuerdo no quedan. Más allá de eso entendemos que tenemos que tener un acervo variado para poder atender la demanda que queremos que surja.
La biblioteca es de algún modo una fachada para nosotres, porque es la legalidad que nos permite hacer otras cosas. Nuestra impronta es social, nosotres nos avocamos al laburo social, a recibir a personas que pertenecen a comunidades que han sido vulneradas.
Todo lo que tenemos acá está orientado en línea a los derechos humanos, desde diferentes lugares y propuestas, pero siempre los derechos humanos como un eje fundante.
¿Cómo se puede asociar una persona a la biblioteca?
Hay que completar un formulario que está basado en la ley de identidad de género, responde a las prácticas que queremos tener como preguntar el pronombre, que la persona ponga el nombre que quiera, no el que figura en el DNI. Hay que pagar una cuota mensual, eso te permite sacar hasta tres libros por semana. Hay gente que los usa para estudiar.
En la biblioteca tenemos una parte de emprendimientos con un proyecto que se llama Agendas Bollera que producen agendas con una perspectiva muy parecida a la nuestra, con efemérides de las luchas sociales latinoamericanas; también hay productos de Desplegare que es un emprendimiento de personas con discapacidad, que es una formación laboral; después están los productos de Puerto Piojo Arte que son objetos decorativos hechos con objetos recuperadas.
¿Qué otras actividades tienen?
Tenemos actividades que podrían entenderse culturales como presentaciones de libros, juegotecas, huerta comunitaria, espectáculos de narración oral, feria de emprendedores autogestives que hacemos adentro y en la vereda.
Junto a otras dos organizaciones - la Asociación de Personal no Docente, que son trabajadores de la salud como acompañantes terapéuticos y con Prestadores Precarizades que son un conjunto de laburantes que reclaman mejoras laborales básicas - hemos hecho el festival Inclusionarte en el marco del día de los derechos de las personas con discapacidad.
Todas estas actividades más culturales tienen una impronta social, en todas hay un abordaje de alguna problemática. Por ejemplo, la juegoteca tiene que ver con el derecho a las infancias, cómo es jugar, qué es jugar, qué patrones se reproducen en el jugar. La presentación del libro es de una persona trans, cuenta una historia relacionada a sus experiencias personales y a sus vínculos sexo afectivos. En la feria de emprendedores autogestives no le cobramos a les feriantes, eso para nosotres es una forma de militar el cooperativismo y el emprendurismo como práctica.
En el Fogón Cuentero, que es narración oral, hay una bajada muy clara ya desde el nombre de la actividad, como la idea del cuento, de la narración oral, del juntarse en ronda, del fuego, son cuestiones que están un poco alejadas de una práctica más real.
En nuestro aniversario hicimos un festival más grande en el Pozo de Banfield, porque los derechos humanos, lo que fue la dictadura, genocidio, es uno de los ejes centrales que militamos. Nuestra sala se llama Norita Cortiñas (una de la fundadoras de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), eso te marca una impronta. O en el patio tenemos el cartel de “30.400 desaparecides”, 400 por las personas trava trans que nunca entraron en la contaduría.
Publicamos dos libros, uno que es un libro que resultó del concurso literario Norita Cortiñas y otro que es la sistematización de lo producido en los talleres de alfabetización en el Isauro.
Contame del festival en el Pozo de Banfield
Celebramos nuestro segundo aniversario el 30 de septiembre en el ex Centro Clandestino ahora Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos Pozo de Banfield, hicimos seis talleres que tuvieron que ver con abordajes de diferentes problemáticas sociales. Fue un evento muy zarpado porque por primera vez pudimos hacer la visita guiada por la zona judicializada por fuera de una actividad organizada por el Pozo. Fue algo muy simbólico para nosotres.
¿Cuántos son ustedes?, ¿cuántos participan?
Como comisión directiva somos 15, pero de esos 15, hay 5 que hacen mucho, 5 que hacen lo promedio y 5 que se apoyan en otre. Después hay un grupo de colaboradores, que el año que viene van a ser voluntarios porque vamos a hacer una división para evitar roces. Va a haber tres instancias: voluntariado, colaboración y miembros activos.
Además, hay personas que hacen tareas específicas como les talleristas. Somos grupalidad.
También parte de la BYLPLI son las orgas que vienen, porque articulamos, somos muches pero a la vez estamos en eso de generar el entramado y la red que entendemos que es necesaria.
¿Qué proyectos tienen para el futuro?
Tenemos muchos proyectos, el año pasado abrimos en San Telmo la segunda sede que tiene un enfoque en las niñeces. Y queremos abrir la tercera sede en el marco del Pozo de Banfield, dentro del Centro Clandestino, una biblioteca especializada en derechos humanos en su amplio espectro, abordaje de derechos humanos desde ensayos, análisis histórico.
Otro objetivo es abrir una cuarta sede. Nosotres logramos un sistema que nos permite autosustentarnos. Desde hace un año que nos vienen haciendo pintadas en la fachada de la casa, algo que antes o sucedía.
Contacto
Instagram: @bylpli
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