CORTES EN RECOLETA Y BARRIO NORTE

Sin luces

El apagón en zona norte puso al Gobierno macrista en un lugar incómodo con su electorado más fiel, al borde de la elección. La vieja danza de echarse culpas con el Gobierno nacional.

Werner Pertot
Cerca de cien mil personas sin luz en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires –sí, allí donde anida el voto duro del PRO- podrían haber sido una pesadilla para Mauricio Macri. El corte se produjo porque una tuneladora de la empresa Telmex cortó cables de alta tensión. Pronto se supo que el Gobierno de la Ciudad no había controlado esa obra, ni estaba el responsable de Edesur con los planos. Allí la gestión recurrió a la vieja táctica de echarle la culpa al Gobierno nacional, que a su vez contraatacó con una denuncia penal. Más allá de las viejas peleas, del conmovedor intento de algunos diarios por esconderlo a Macri, de refriegas insólitas entre funcionarios macristas y vecinos de clase alta, la luz volvió y el procesado jefe de Gobierno seguirá como si nada hubiera pasado.

Los usuarios de barrio norte, Recoleta y Palermo se quedaron sin luz cuando la tuneladora de Telmex, la empresa que opera Claro y que es propiedad de Carlos Slim, cortó dos de los tres cables de una línea de alta tensión. Primer dato a tener en cuenta: Telmex operaba contratada por el gobierno de Macri y, a su vez, subcontrató a otra empresa, Ibercom. Un sistema de tercerización que se hizo corriente en estos años de festival de contratos directos y licitaciones sospechosas. Segundo dato: la obra era para llevar fibra óptica al centro de convenciones que construye la gestión PRO junto a la Facultad de Derecho. Tercer dato: en estos casos, la empresa tiene que trabajar con la presencia de un técnico de Edesur y de los planos de donde están las líneas de alta tensión. Sentido común, que le dicen. El técnico de Edesur no estaba porque nadie notificó a la empresa eléctrica.

Un apagón causado en esas condiciones parecía una tormenta perfecta para Macri. ¿Por qué no lo fue?
Fotografía: www.abelfer.wordpress.com

Desde la gestión PRO, rápidos de reflejos, sostuvieron que era responsabilidad del Gobierno nacional –a través del Ente Nacional de Regulación Eléctrica- el control de esa obra. Macri dijo que su gobierno no tuvo “nada que ver con el apagón”, y criticó la falta de inversión de Edesur, la empresa de la que participa su amigo y deudor Nicolás Caputo. Desde el Gobierno nacional retrucaron que nunca se presentaron ante el Ente y que, en cambio, tenían un permiso del Gobierno porteño.

Como desde la gestión PRO se negaron a dar información sobre si había o no autorizado la obra, la pelea entre el Gobierno nacional y el porteño –muy vista: la tuvimos por la policía, por el subte, y un largo etcétera- devino en denuncia penal. Además de a las dos empresas, el Ministerio de Planificación Federal denunció al gobierno de Macri por la presunta falta de control, negligencia y violación de los deberes de funcionario público. Desde Planificación, exigieron que la Ciudad indemnice a los vecinos. Fue conmovedor ver al día siguiente cómo los diarios Clarín y La Nación escondían al Gobierno porteño en sus tapas al informar sobre el apagón.

Tampoco circuló la información sobre las consecuencias institucionales que tuvo el corte de luz. En la Legislatura porteña, pidieron que se cite al ministro de Espacio Público, Edgardo Cenzón, y al de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, para que den explicaciones sobre la responsabilidad del Gobierno de la Ciudad en el apagón. A esto se suma que el fiscal Franco Picardi imputó a las autoridades porteñas por el corte de luz. Sin embargo, esta información pasó desapercibida para los grandes medios.

Por lo menos, esta vez, Macri no estaba de vacaciones durante el apagón, así que no tuvo que volver para dar una conferencia y luego retornar a sus vacaciones, como sucedió en diciembre de 2013. Algo es algo.


Pese a estos esfuerzos, el apagón mostró cierta impericia por parte de ciertos funcionarios para manejar una crisis como esta, por lo menos en materia de comunicación. Lo tuvimos al ministro de Espacio Público peleándose con un programa de radio porque lo habían llamado a las 7 de la mañana para preguntarle por las miles de personas que estaban sin luz. No fue la única escena insólita de la semana: también tuvimos el delicioso caso del árbol y la mansión.

¿Cómo fue? En el medio del apagón, de las quejas de gente bien y de los funcionarios macristas mirando para otro lado, se conoció el caso de los dueños de una mansión que venían reclamando hace siete años que les cortaran un árbol muerto y el tronco, finalmente, había caído sobre la casa. Ante esto, ¿cuál fue la decisión estratégica del titular de la comuna 13, Gustavo Acevedo? Ir al lugar y pelearse con los dueños ante las cámaras. Ellos le dijeron que le iban a hacer juicio. Que las veces que reclamaron para que sacaran el tronco, les cortaban el teléfono. El funcionario los terminó amenazando con iniciarle acciones legales si tocaban el árbol que había entrado rompiendo su casa y poniéndolos en riesgo. Errores de carga a una semana de las elecciones. Lo que llama la atención es que todos sean contra un sector social que suele favorecer al PRO.

En efecto: el apagón de tres días y, sobre todo, la zona en la que ocurrió podrían representar un problema para el macrismo. Se trata de comunas donde en las elecciones porteñas Horacio Rodríguez Larreta arrasó. Y que, en las PASO nacionales, le permitieron una buena performance a Macri en la Ciudad, pese a la baja de votos generalizada. Si en la zona sur de la Ciudad la merma de votos de Macri con respecto a las paso porteñas llegaban a 15 mil votos, en el norte no pasaban de los tres mil. ¿Tendrá efecto el apagón sobre la decisión de los votantes? Depende de cuánto lo asocien a Macri. Desde los grandes medios hubo un esfuerzo considerable para que esa asociación no se produzca, pese a las consecuencias institucionales y judiciales que tuvo el corte de luz.

Por lo menos, esta vez, Macri no estaba de vacaciones durante el apagón, así que no tuvo que volver para dar una conferencia y luego retornar a sus vacaciones, como sucedió en diciembre de 2013. Ni tampoco en esta ocasión, a diferencia de lo que pasó en 2012, el rabino Sergio Bergman tuiteó una foto de Macri viendo a Kiss mientras los vecinos esperaban que les devuelvan la luz. Algo es algo.

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