Colegios perjudicados por cesión de tierras

La comunidad educativa de la Escuela Nº 3 Primera Junta y del jardín de infantes Margarita Ravioli, del barrio de Caballito, presentarán hoy jueves ante la Legislatura una carta para manifestar su rechazo a la ley que entrega al Arzobispado de Buenos Aires el dominio de unos veinte terrenos del Estado porteño –declarados para ello “innecesarios”–, porque entre esos terrenos se encuentra un predio que forma parte de la escuela.
 
Por disponer de propiedades del Estado, la ley debe atravesar un proceso especial para quedar firme: una primera sanción (con la que ya cuenta), una audiencia pública (realizada recientemente) y una nueva sanción del cuerpo legislativo, algo que está pendiente. De ser aprobada en el último paso, el dominio de 9 inmuebles sería transferido a la institución religiosa, además del uso gratuito de otros tres y la posibilidad de recibir 6 terrenos del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires.
 
Uno de los terrenos que recibiría el Arzobispado es un predio de 2447 metros cuadrados donde se encuentra la capilla Caacupé, que linda con la escuela Primera Junta y el jardín Margarita Ravioli de la Comuna 6. Los padres de los alumnos de esos establecimientos, que el jueves pasado ya manifestaron su disconformidad con la ley en la audiencia pública de la Legislatura, presentarán hoy un documento en el que se pronuncian “contra la cesión de tierras fiscales”.
 
En esa carta, reclaman “que se cumpla el artículo 7 de esta ley para todos los terrenos listados” que sostiene que deben renovarse los permisos de uso precario y gratuito de los inmuebles al Arzobispado por 20 años más, pero no su transferencia de dominio. En el caso de la escuela que este grupo de padres representa, el terreno que se pretende ceder se comparte con la institución educativa. Así, “se incluye la cancha, la huerta y la salida de emergencia por la que deberían pasar los 1600 chicos que van a la escuela”, explica el escrito al que tuvo acceso Página 12.
 
El conflicto se remonta al año 2003, cuando venció el plazo con el que contaba la Iglesia para hacer uso precario de ese terreno. La situación irregular generó malestar, motivo por el cual los padres exigen que se regularice la situación. “No estamos en contra de la Iglesia Católica. Sabemos de su trabajo social y de la asistencia que brinda en muchos barrios. Nadie desea que quienes encuentran un lugar de contención allí lo pierdan”, argumenta a Página 12 el grupo de padres de la escuela Nº 3 de Caballito que explica que, debido a este reconocimiento, están a favor de la renovación del derecho de uso de los terrenos por otros 20 años.
 
La carta concluye con un pedido a los legisladores que votaron a favor de esta cesión de terrenos que tengan en cuenta su pedido antes de la segunda votación y reconsideren su posición. “Elegimos la escuela pública, laica y libre por convicción”, sostiene la petición que además agrega que “Defender lo que es de todos y no aceptar una solución parcial a un problema que excede por mucho el terreno de nuestra escuela, también es una lección de construcción ciudadana para nuestros hijos”.