RECICLAR, REUSAR

Ferias americanas en la Ciudad

Los locales de venta de ropa usada se multiplican en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires.


Las ferias americanas, en los últimos años, experimentaron un revival en la Ciudad de Buenos Aires, alimentadas por los altos precios de la moda actual y la tendencia ecologista a reusar.
 
Para muchos la feria americana porteña por excelencia es “Juan Pérez”, con joyas de otros tiempos y todo tipo de precios. Como una suerte de tienda por departamentos pero con ropa “vintage”, algo nada fácil de conseguir actualmente. “Estamos desde 1998. Quizás por esa trayectoria es que todas las semanas nos traen bolsones llenos de prendas de todas las épocas”, cuenta a La Razón Paulette Selby, su dueña.
 
Sin embargo, no todas las ferias americanas de la Ciudad ofrecen moda retro. En “El Desván”, hay prendas de sólo dos o tres años atrás porque, para su responsable, Mariana, “la historia de lo ‘vintage’ ya pasó. Con el tiempo se fue terminando esa ropa retro o la absorbieron los vestuarios teatrales o las casas de disfraces”, asegura a La Razón.
 
Para Cristina Nirino, a cargo de la feria “La Caja de Pandora” en Villa Crespo. “Cada vez se consigue menos ropa ‘vintage’. Es imposible reponerla. Por eso, yo la alquilo para producciones artísticas y pelis, y sólo vendo prendas usadas más actuales”, explica a La Razón.
 
Mariana advierte otra tendencia: la de las ferias itinerantes u hogareñas. Como “Milen”, asentada durante dos años y medio en Palermo, donde funcionaba de lunes a sábado, pero que ahora abre una o dos veces al mes en domicilios particulares de Palermo, Belgrano o Villa Devoto, además de vender por Internet.
 
“Sea en un local o en una casa, la idea es que las prendas circulen, porque hoy los valores de la ropa nueva son ridículos. Ni aunque tuviera la plata gastaría eso”, explica a La Razón Loreta Lorenzón, su propietaria. Otras ferias americanas se instalan en bares, junto con otros emprendimientos de venta de indumentaria u objetos usados.
 
Hay dos ferias que curiosamente llevan nombres similares: “AlmaZen”, en el Abasto, y “AlmaZenArte”, en San Telmo. La primera se autodenomina “boutique de curiosidades” y no sólo ofrece moda pasada y actual sino también prendas, calzados y accesorios intervenidos y objetos reciclados. El repertorio de “AlmaZenArte”, por su parte, incluye además joyas vintage como antiguos dijes, polveras y gemelos de oro, y también venta por Internet.
 
Tanto se diversificaron las ferias, que hasta hay una de juguetes usados. Es la de Danu Flores, en Belgrano, quien también cuenta con otros tres locales, en los que ofrece prendas de segunda mano. Especialmente de mujer, porque “los hombres son vagos para limpiar sus placares y no traen mucha ropa para vender”, dice a La Razón.
 
Para los más tradicionales, aún continúa vigente el Ejército de Salvación, en Pompeya. Un sinónimo de precios bajos y variedad de artículos: no sólo ofrece ropa, sino también muebles, libros, cuadros y objetos de lo más variados.


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