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Las fuentes porteñas: obras de arte que decoran la Ciudad

Luego de tres meses de mantenimiento y puesta en valor, 130 fuentes vuelven a funcionar y brillar en la Ciudad. Entre las reformas realizadas, las fuentes cuentan ahora con electrobombas y un sistema de reciclado para el agua. Conocé las imperdibles.


Luego de tres meses de mantenimiento y puesta en valor, 130 fuentes vuelven a funcionar y brillar en la Ciudad. Entre las reformas realizadas, las fuentes cuentan ahora con electrobombas y un sistema de reciclado para el agua. Estuvieron fuera de servicio para ahorrar energía durante el verano.

En las de Parque Colón, el espacio verde público que se encuentra contiguo a la Casa Rosada, por ejemplo, se realizaron trabajos de pintura, hidrofugado de bateas, reparación y reposición de iluminación led y arreglos del sistema de bombeo. Entre las más destacadas fuentes que embellecen la Ciudad hay varias que no hay que dejar de visitar.

La Fuente de las Nereidas, de Lola Mora, emplazada en la Costanera Sur, tal vez sea una de las más célebres. La fuente de las Nereidas se construyó en Italia y en 1903 fue traída a Buenos Aires. Originalmente había sido ubicada en el Parque Colón, pero la exposición de cuerpos desnudos generó controversia en la época y finalmente la escultura se movió a la Costanera Sur, que en ese entonces era una zona alejada de la Ciudad. La pieza, que representa el nacimiento de Venus, fue declarada Bien de Interés Histórico Nacional.

En el Jardín Botánico hay varias, dos de las cuales se destacan: L'Aquaiolo y la Fuente Decorativa. L’Aquaiolo o “El Aguatero” es una escultura-fuente realizada en bronce por el artista italiano Vincenzo Gemito. Una primera versión casi idéntica, aunque del niño vestido con ropa interior, había sido obsequiada al rey de Nápoles Francesco II.  En principio, la obra fue colocada en Plaza San Martín, pero en 1988 se decidió su traslado al Jardín Botánico, donde estaría más segura. En su lugar, se ubicó una réplica.

También en Palermo sobresalen Riqueza Agropecuaria, en la Plaza Alemania. Dos grupos escultóricos, que forman un monumento de más de 25 metros de largo, enmarcan la fuente de Plaza Alemania. Uno representa a La Agricultura y el otro, a La Ganadería. Diseñado en mármol y bronce, el monumento-fuente fue obsequiado a nuestro país por la colectividad alemana con motivo del centenario de la Revolución de Mayo. La obra se inauguró en 1918, ocho años después de haberse colocado la piedra fundamental. De los bocetos presentados por 122 artistas, había ganado el del alemán Gustav Adolf Bredow, quien, según cuentan, fue en persona a elegir los bloques de mármol al monte Pentelikon, en Grecia.

Asimismo, en 9 de Julio y Córdoba se pueden apreciar las dos fuentes Ornamental I y Ornamental II. Antes de esta ubicación, se encontraban antes a cada lado de la Pirámide de Mayo. En ese entonces, 1870, no tenían agua porque la Ciudad no contaba con suministro de agua corriente. Luego fueron separadas y, finalmente, vueltas a unir. A principio de siglo, habían sido encargadas a la compañía fundidora artística francesa Du Val D’Osne, cuyo fundador había recibido la medalla de oro en la Exposición Universal de París en 1867. 


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