- Opinion
- 11.04.2016
WERNER PERTOT
Esqueletos en el ropero
Pasó desapercibido entre el vendaval de imputaciones presidenciales, pero la Corte Suprema ordenó que se mantenga abierta una antigua causa por presunta corrupción contra Horacio Rodríguez Larreta.
Un fantasma persigue al jefe de Gobierno porteño desde hace 18 años. Es el fantasma de una causa por presunta corrupción en la que está acusado desde los años noventa y de la que no logra deshacerse. El caso fue iniciado cuando Horacio Rodríguez Larreta era funcionario de Carlos Menem. La impulsó el fiscal Guillermo Marijuán, el mismo que imputó a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunto lavado de dinero. En medio de la oleada de imputaciones a la ex mandataria y al actual presidente (en este caso, por sus sociedades en paraísos fiscales), la Corte Suprema ratificó que la causa contra Larreta debe seguir su curso.
Hace algunos días, perdida entre los escándalos de lavado de dinero y cuentas offshore por doquier, apareció una noticia: la Corte rechazó un recurso interpuesto por Rodríguez Larreta, a través de su abogado Martín Clemente, para que se declarara prescripta una vieja causa que se le sigue desde 1998. De esta forma, la Corte Suprema ratificó una decisión de la Cámara Federal, que también había dicho que la causa no estaba prescripta y que las dilaciones habían sido generadas por los abogados de Larreta.
Remontémonos a 1998, cuando Rodríguez Larreta era el titular del Fondo Nacional de Capital Social (FONCAP) durante el gobierno de Menem. El FONCAP es un organismo que tiene como fin facilitar el desarrollo de microempresas. La investigación contra el actual jefe de Gobierno se abrió a raíz de un préstamo de 1.122.000 pesos-dólares (regía la convertibilidad) a la Fundación Emprender, que era una entidad privada que integraba el FONCAP.
La acción judicial la inició en diciembre de 2004 la Oficina Anticorrupción (OA), en base a informes de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que había auditado las cuentas del FONCAP. Allí saltaron las irregularidades. En la causa judicial (conocida como “causa FONCAP”) se estableció que esos fondos no fueron usados para los objetivos que tenía el organismo, sino que la fundación los usó para cancelar sus deudas bancarias.
Rodríguez Larreta tenía en ese momento un presupuesto de 40 millones de dólares. La denuncia inicial de la OA advirtió que "no existía un sistema de control sobre el manejo de los fondos, habiendo sido mayor el gasto realizado en sostener su propia estructura que el dirigido a los fines de su creación (…) También se podrían comprobar gastos desproporcionados y no justificados en compras, obras, viajes, contrataciones, honorarios profesionales y remuneraciones de los directivos de dicha sociedad". Larreta dejó su cargo en FONCAP el 18 de febrero de 1999 y la Fundación Emprender dejó de existir en 2002.
El 25 de noviembre de 2005, Larreta fue llamado a prestar declaración indagatoria por el juez Norberto Oyarbide. Sin embargo, la declaración nunca se concretó. Los abogados del actual jefe de Gobierno apostaron no tanto a justificar el desvío de fondos como a la prescripción de la causa por el tiempo transcurrido. Oyarbide –uno de los jueces más cuestionados por el macrismo- en dos oportunidades les dio la razón e intentó cerrar la causa. En la actualidad, a raíz de declaraciones de la aliada de Cambiemos, Elisa Carrió, se investiga la relación entre Oyarbide y Daniel “El Tano” Angelici, uno de los consejeros más cercanos al presidente en temas judiciales.
Los abogados de Larreta pidieron la prescripción de nuevo ante la Cámara Federal, que les rechazó el planteo el año pasado. En el fallo, los camaristas indicaron que "corresponde resaltar que a la fecha, y pese a que el llamado a indagatoria fue hace más de nueve años, ni siquiera se ha instrumentado la declaración del encausado". "La pesquisa gira en torno de irregularidades que habrían acaecido durante la actuación del funcionario en el manejo de fondos públicos no pudiéndose descartar a esta altura del proceso la figura de peculado teniendo en cuenta que los cuestionamientos de la querella se erigen principalmente en la suscripción de un préstamo de dinero en favor de uno de los accionistas privados de la propia FONCAP y en principio con un destino reñido con el objeto por el cual fue otorgado", advierte el fallo firmado por Horacio Cattani y Martín Irurzun. El tercer camarista, Eduardo Farah, estuvo a favor de confirmar la prescripción. La Cámara le ordenó a Oyarbide que avanzara con la investigación, cosa que no hizo hasta renunciar a su cargo la semana pasada.
La prescripción de la causa había sido apelada por el fiscal Marijuán. Sin embargo, en forma llamativa, el fiscal de Cámara Germán Moldes, optó por desistir de la apelación en su escrito. Así y todo, la causa permaneció abierta. La defensa de Larreta continuó apelando: llegó a la Cámara de Casación, donde no tuvo suerte: los jueces Alejandro Slokar, Ángela Ledesma y Pedro David le volvieron a decir que no. Finalmente, la causa FONCAP arribó a la Corte, que también rechazó el cierre por prescripción. El fallo lo firmaron Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda. Fue uno de los pocos fallos que pudieron sacar en estos días, en los que se necesita la firma de los tres cortesanos para obtener mayoría.
La causa FONCAP seguirá acechando, de esta forma, a Larreta. Le pregunté por esa imputación en una entrevista que le hice durante la campaña para jefe de Gobierno el año pasado. Larreta respondió: “Hace 17 años que está abierta la causa. Nunca me llamaron a declarar”.
–¿No lo llamaron a indagatoria en 2005? –repregunté. –No. Todos los directorios del Foncap durante cinco u ocho años fueron denunciados. Nunca avanzó un centímetro la causa. Fue por el financiamiento a una fundación. Pero ni siquiera fui a declarar. La Justicia argentina es así: es difícil explicar por qué una causa en la que no te llaman sigue abierta durante 17 años.
Las explicaciones sobre el destino de los fondos, que los imputados deberían dar ante el Poder Judicial, siguen en veremos.
COMENTARIOS