Artes plásticas y cocina de autor, una fusión para explorar

Una nueva y atractiva propuesta desembarcó en el corazón de Palermo. Se trata de Toulouse Resto & Atelier, un espacio en el que la comida es concebida como obra de arte, y el marco en que se ofrece es atrapante como una pintura.

Creado por el artista plástico Poly Sánchez Pinedo, Toulouse llama la atención desde la calle, ostentando una fachada salpicada de coloridos trazos. Al ingresar a esta casona reciclada en Palermo, los ojos se pierden en cada una de las obras de arte que cuelgan de las paredes; algunas del propio Poly y otras de artistas invitados.

Pero el arte no termina en los cuadros sino que se traslada a las mesas, confeccionadas de manera artesanal, al igual que los individuales, recortados en forma de paleta de pintor, así como los adorables percheros, hechos a partir de una vieja colección de vajilla familiar. En Toulouse no hay detalle librado al azar, y esto se traslada, por supuesto, a la carta, que de manera concisa, ofrece platos deliciosos y bien logrados, con un menú 100% inclusivo, apto para vegetarianos, celiacos, con pescado, carne, cerdo.

Para abrir el apetito, una exquisita panera casera con un dip de queso saborizado. Luego, para comenzar, se puede optar por unas rabas crocantes con salsa alioli o los ya tradicionales arancini de Toulouse (croquetas de risotto y fontina). El recorrido continúa con los principales, encabezados por el exquisito “Espiral de lomo”, con panceta ahumada y volcán de papas; los sorrentinos de Osobuco o los suaves y cremosos raviolones de salmón rosado con salsa de limón. Para los vegetarianos: hamburguesas de garbanzos o lentejas con guarnición.



Como todo, ninguna velada está completa sin un dulce final, y aquí es donde brilla el volcán de dulce de leche negro con torta húmeda de chocolate y helado de frambuesas, y la original Chocotorta bañada en chocolate blanco, entre otras delicias. Para maridar, la carta de vinos es extensa y cuenta con etiquetas exóticas con distintas cepas para elegir.

Se trata de una propuesta que apunta a la más alta calidad gastronómica, enmarcado en un espacio para distenderse y estimular todos los sentidos. Lo visitan parejas, grupos de amigos y muchos turistas atrapados por el colorido arte de Poly Sánchez, que como buen anfitrión, noche tras noche ocupa una mesa especial en donde, en alguna ocasión es posible verlo desplegar su paleta de colores y trabajar en su próxima creación.