El drama de la educación

Si me vienen leyendo habrán visto que suelo atajarme demasiado cuando escribo. Esta columna no será l a excepción. Escribiré sobre educación, un tema sobre el cual lejos estoy de ser experto pero en el que tengo bastante experiencia desde el punto de vista de la docencia. Veremos qué sale, aunque les adelanto que tengo muchas más preguntas que respuestas.

Hace tiempo que no relaciono ningún tema con la mejor serie de todos los tiempos The West Wing así que lo haré intentando, como siempre, no revelar datos importantes, porque les repito que es fundamental que la vean, ya que los convertirá casi en forma automática en mejores personas. En la última temporada se dirime la elección entre los candidatos demócrata y republicano. Y Matt Santos, el candidato demócrata, inicia su campaña electoral diciendo que quiere ser el presidente de la educación, el que llega a revolucionar la temática. No les contaré si gana o no pero la reacción, sobre todo de sus operadores de campaña, cuando decide llevar ese tema como bandera, fue de algo de desilusión. Por algún motivo el tema educación nos resulta aburrido y nunca es eje central de las políticas de Estado más trascendentes.

El principal disparador que me conduce a escribir hoy, tiene que ver con mi paso por la docencia. Doy clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y en el Ciclo Básico Común. Es, sin dudas, en este último ámbito, donde encuentro hoy los mayores problemas.

Por suerte siempre hay alumnos brillantes y obviamente los hay en el otro extremo también, así que me dedicaré a hablar del promedio. Me resulta impresionante el deterioro del nivel general de los alumnos en los últimos años. Cada cuatrimestre voy notando cómo les cuesta estudiar, comprender textos, y hasta expresarse en un idioma español básico.

Los problemas son múltiples y cada vez más agudos y lógicamente tienen que ver con el paso previo por la educación formal, el camino de la primaria y la secundaria ¿Qué está fallando? Honestamente no lo sé pero evidentemente algo anda mal.

"Tanto por falencias del sistema como por falta de formación y actualización, la adopción de métodos alternativos y modernos de enseñanza llegue demorada o es prácticamente inexistente en algunos casos. Se enseña hoy en forma muy parecida a la que se enseñaba cuando yo iba al colegio y tengo 42 años".

Esto nos lleva a hacernos algunas preguntas. La primera que se me ocurre y que entiendo que se le ocurre a mucha gente es si es un problema de recursos, de falta de inversión. Está claro que siempre faltan recursos. Basta ver el estado de algunas escuelas y los problemas de infraestructura que sufren o los bajos sueldos de los docentes para darse cuenta. Pero lo cierto es que en los últimos años los presupuestos en distintas áreas de educación han aumentado y el nivel ha bajado sustancialmente de todos modos. Claro ejemplo de que arrojar dinero sin sentido y sin planificación sobre los problemas no los resuelve de ninguna manera.

Tenemos a su vez otro problema serio. La tecnología y el avance de herramientas informales de educación se mueve en moto mientras que la adaptación de los canales formales (sobre todo la educación primaria y secundaria) va en un carro tirado por caballos cansados y mal alimentados. Esto hace que, tanto por falencias del sistema como por falta de formación y actualización, la adopción de métodos alternativos y modernos de enseñanza llegue demorada o es prácticamente inexistente en algunos casos. Se enseña hoy en forma muy parecida a la que se enseñaba cuando yo iba al colegio y tengo 42 años. No existían ni los celulares ni internet.

Se suma a esto otro inconveniente. La cantidad de herramientas alternativas disponibles, de la básica Wikipedia en adelante, hacen que los estudiantes no tengan idea siquiera de donde empezar para sacarles provecho. Existe en este sentido una total falta de discernimiento y no es obviamente culpa de ellos. Hay que ayudarlos a elegir, guiarlos, orientarlos porque hay muchas alternativas útiles y otras tantas desastrosas.

"Es mucho más fácil aprender ahora que hace algunos años. Acceder al conocimiento es más simple, más rápido. No puede ser que no podamos mejorar teniendo tantas herramientas para hacerlo".

Faltan también nuevos enfoques a la hora de enseñar. La innovación existe solo en algunos nichos específicos y es en casa. Hay en este sentido propuestas tales como juegos, teatralizaciones que brindan nuevas perspectivas de enseñanza provocando mayor compromiso y atención de los alumnos.

Hoy se aprende desde los espacios menos predecibles. Espacios que están disponibles y que sólo hay que señalar y dar a conocer para que sean utilizados. Desde las redes sociales hasta varias propuestas televisivas del estilo del History Channel, existen canales nuevos, tanto para informarse como para aprender. Todas éstas son propuestas que no existían hasta hace algunos años y el único requisito para que sean útiles es, como decía antes, saber elegir. Es mucho más fácil aprender ahora que hace algunos años. Acceder al conocimiento es más simple, más rápido. No puede ser que no podamos mejorar teniendo tantas herramientas para hacerlo.

Incluso para nosotros los docentes es mucho más fácil actualizarnos. Hay recursos variados e innovadores que lo permiten pero lamentablemente no todos toman el camino de intentar estar al día, tanto con los contenidos como con los métodos de enseñanza e investigación.

"Será efectivamente la educación, la única que nos podrá convertir en algún momento en un pueblo libre".

Agrego un dato más, un ejemplo de color. Hace poco en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires se organizó una charla sobre el derecho en otros mundos. Se analizaban los sistemas de derechos en series como Game of Thrones o Star Trek o en películas como Star Wars o El señor de los Anillos. Leí a varios que se burlaban del tema y a mi me pareció un enfoque maravilloso e innovador para salir de la formalidad habitual, de los códigos, de los fallos. Nos falta abrir la cabeza, dejar de ser tan conservadores, animarnos a enseñar de otra manera.

Perdón querido lector por estos pensamientos desordenados sobre educación. Sé que no es un tema sexy ni de la coyuntura frenética que vivimos a diario pero tenía ganas de encararlo y compartirlo con ustedes porque sin dudas, será efectivamente la educación, la única que nos podrá convertir en algún momento en un pueblo libre.