La Parra, un club para probar y comprar vinos

Es viernes por la noche y de a poco más y más personas van tocando a la puerta de La Parra, una vinería de Colegiales. Algunos, bebedores expertos y otros, novatos en el asunto de degustar esta bebida alcohólica obtenida de la uva. Sea cual sea la razón, todos se acomodan timidamente en torno a una mesa de madera y son instados a tomar una copa del montón y escrbir su nombre en ella.

De la mano de Juan - dueño y encargado del lugar-, y un sommelier itinerante, todos los viernes se realizan degustaciones de diferentes bodegas. En promedio se catan cinco cepas diferentes de la bodega elegida, comenzando por la variedad más suave y aumentando la intensidad de los sabores a medida que se descorchan nuevas botellas. Para maridar desfilan picadas de quesos y fiambres, empanaditas de queso y sandwiches de leber y rúcula en delicioso pan casero.

Las edades de los participantes oscilan desde los 20 a los 60 años. Grupos de amigos, parejas y hasta familias enteras participan de la experiencia que persigue un único objetivo: descubrir sabores, sensaciones y pasar un momento grato. Quizás por eso vale destacar que aunque la cata empieza con timidez, a medida que se llenan las copas, se sueltan las risas y las preguntas.

La Parra Club abrió sus puertas en marzo de 2015 en formato de vinería y con la premisa de ser un lugar confortable y de consulta para la gente. "Con muchos clientes hemos llegado a entablar amistad, siempre tenemos algún vino abierto para probar", relató en diálogo con el portal especializado SalPimenta Juan, que revela haber probado más de 1500 vinos entre los que se encuentran las más de 250 etiquetas que ofrece en la actualidad en el local.

Todos los vinos de La Parra son seleccionados especialmente. Hay una gran variedad de vinos orgánicos y etiquetas de bodegas boutique, siendo un lugar ideal para probar algo diferente a lo que suele encontrarse en los supermercados. "Hay una tendencia muy grande hacia el consumo de estos vinos; la gente está afinando el paladar y se vuelve mas perfeccionista al a hora de elegir un vino, ya no se basan en las etiquetas de todos los días", asegura Juan.

Además de las catas que se realizan todos los viernes, todos los meses se organizan degustaciones "a ciegas" y torneos de vinos. El lugar es pequeño pero acogedor y cumple con los requisitos para albergar a los entusiastas del vino. Los materiales utilizados para decorar la vinería son ecológicos y con el foco puesto en la sustentabilidad.

La Parra es un almacén de vinos pero sobre todo un Club en el que todos son bienvenidos: principantes, expertos y curiosos. Con asesoramiento personalizado y el foco puesto en la calidad, una visita a este lugar no puede terminar sino en brindis y algarabía. Para visitar y recomendar.