“Ciudad Rock” y los mitos de la planificación tecnocrática del PRO

El macrismo usó exitosamente como uno de sus principales argumentos de la campaña electoral que promovería una tecnocracia para llevar los valores de la eficiencia empresarial al Estado nacional. Transcurridos más de 9 meses vemos que “el mejor equipo en 50 años” (así definió Macri a su gabinete) ha demostrado niveles de improvisación alarmantes, con funcionarios que desconocen las problemáticas de sus carteras y llevan a delante una gestión con graves fallas de planificación y coordinación.

"'El mejor equipo en 50 años' ha demostrado niveles de improvisación alarmantes, con funcionarios que desconocen las problemáticas de sus carteras".

 

El “gobierno de los CEO” no cumplió con sus promesas de eficientismo y racionalidad, y la población lo visualizó claramente con los tarifazos brutales que combinaron ajuste feroz, medidas ilegales y gran incapacidad técnica para pronosticar escenarios futuros. La crisis de la tecnocracia PRO ha desenmascarado el verdadero rostro del modelo macrista: un gobierno de políticas neoliberales que defiende los intereses de los sectores concentrados de la economía y donde la producción, el trabajo y la protección de los más necesitados no son la prioridad. 

Quienes militamos en la Ciudad de Buenos Aires visualizamos hace varios años la ficción de la eficiencia PRO. Anuncios recientes, como el cierre del predio Ciudad Rock (¡que fue inaugurado con bombos y platillos en 2013!) muestran que la falta de planificación y las idas y vueltas constantes en las decisiones del gobierno porteño eran una constante que se invisibilizaba en la ventaja que presupone administrar el distrito más rico del país.

"En Buenos Aires, y en la Nación ahora, la marca es la misma: un discurso sobre la eficiencia y una realidad que muestra impericia, derroche y alarmante falta de planificación".

Desde su origen, la ubicación de Ciudad Rock era discutible ya que se emplazaba frente al Hospital Grierson, haciendo convivir en el mismo espacio dos usos contrapuestos. Además, las obras ejecutadas en el predio costaron un 53% más del monto de adjudicación, ya que se iniciaron con un valor de $ 57 millones de pesos pero se terminaron pagando 89 millones. Si hacemos un balance de las actividades realizadas en el predio, podemos concluir que se han subutilizado las instalaciones, lo que nos lleva a preguntarnos sobre el compromiso del Gobierno porteño con las políticas culturales para la juventud. Ahora la gestión PRO busca tapar su falta de planificación reutilizando el predio; sin siquiera definir la continuidad o no de Ciudad Rock. Mientras tanto, 89 millones de pesos invertidos por el Gobierno porteño han perdido su utilidad, sin que ningún funcionario explique el por qué de estos derroches de los fondos públicos.

En Buenos Aires, y en la Nación ahora, la marca es la misma: un discurso sobre la eficiencia y una realidad que muestra impericia, derroche y alarmante falta de planificación.