- Opinion
- 17.10.2016
OPINIÓN
¿Gestión eficiente?: Administrar no es enajenar
El Gobierno de la Ciudad quiere vender tres terrenos de la Ciudad para construir viviendas que, por su gran valor, la compra sólo podrá hacerla alguna de las cuatro inmobiliarias más importantes de la ciudad, como la desarrolladora IRSA.
En las últimas semanas se ha dado a conocer la intención del Gobierno de la Ciudad de vender tres terrenos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La iniciativa se tramitará a través de un proyecto de ley que será enviado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) a la Legislatura Porteña para su tratamiento. Siendo que se tratan de terrenos públicos de la Ciudad creemos que es parte de nuestras responsabilidades como Comuneros expresar nuestra posición frente a esta iniciativa, y colaborar en la elaboración del mejor proyecto.
El primero de los terrenos es el denominado Catalinas Norte de 12,8 hectáreas (128.200 metros cuadrados), ubicado entre las avenidas Madero y Córdoba, y Antártida Argentina, y la calle San Martín. Hoy funciona allí una playa de maniobras del ferrocarril. El segundo, Catalinas Sur, es un terreno de 3,2 hectáreas (32.000 metros cuadrados) ubicado en la entrada de la Autopista Buenos Aires-La Plata. Mientras que el tercero, en Colegiales, está conformado por 6,7 hectáreas (67.000 metros cuadrados) aledañas a la estación de tren, entre las calles Moldes, Federico Lacroze, Avenida Crámer y El Cano. En total estos terrenos suman 227.200 metros cuadrados.
El titular de la AABE, Ramón Lanús, informó que “no buscamos con esto recaudación, aunque claro que va a haber un ingreso para el Estado, sino que apuntamos a un desarrollo urbano moderno y a la generación de empleo”. Según el funcionario, allí se construirían viviendas que, por el gran valor de estas tierras, se prevé que la compra sólo podrá efectuarla alguna de las cuatro inmobiliarias más importantes de la ciudad, entre las cuales se encuentra la desarrolladora IRSA.
Creemos que es importante tener en cuenta el proceso que vivió la ciudad en los últimos años en relación al desarrollo inmobiliario, ya que hemos visto cómo la Ciudad de Buenos Aires se ha convertido en el foco de grandes emprendimientos que aportaron a un crecimiento exponencial de la cantidad torres y edificios, atentando contra la identidad propia de cada barrio y significando una desmejora en la prestación de servicios tales como el agua o la energía, así como un exponencial crecimiento y concentración de la población urbana sin un plan estructural adecuado que planifique la ciudad en pos de focalizar políticas concretas para desarrollar zonas prioritarias.
En paralelo, iniciativas como son la creación de la Corporación Sur y la Agencia de Bienes del Estado enmarcaron la gestión del patrimonio de la ciudad en una profunda desadministración de los bienes públicos, lo que perjudica de manera directa a la ciudad y principalmente a sus habitantes. En aquel momento, se denunció la intención del Gobierno del a CABA de disponer de los bienes de los porteños sin control legislativo, en detrimento de la ciudadanía y beneficiando a emprendimientos privados ligados a la construcción y al desarrollo inmobiliario de alta densidad. Hoy no vemos que esto esté cambiando y nuevamente el debate que planteamos es el de qué lugar le vamos a dejar a lo público.
Por esto, expresamos nuestra preocupación y atendemos a la importancia de que el proyecto que se planea elaborar contenga propuestas que cuiden el patrimonio de la Ciudad.
En este sentido, hay que remarcar que Colegiales, barrio integrante de la Comuna 13 y donde se encuentra emplazado la playa de maniobras que se desea vender, es uno de los barrios más perjudicados por la ausencia de políticas públicas que permitan un ambiente sano. Tal como establece la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gobierno tiene la obligación de asegurar una política de planeamiento y gestión del ambiente urbano integrada a las políticas de desarrollo económico, social y cultural, así como el deber de preservarlo y defenderlo en provecho de las generaciones presentes y futuras.
Actualmente, Colegiales cuenta tan sólo con 0,7 metros cuadrados de espacios verdes, lo que es claramente inferior a lo recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), la cual establece un piso de 10 metros cuadrados de espacio verde por habitante. Si bien en 2014 se anunció desde el GCBA un plan para aumentarlos, esto no se cumplió, y actualmente la situación es alarmante. Por esto, proponemos que se elabore un plan integral sobre la playa de maniobras de Cramer, que atienda a esta crítica situación promoviendo el desarrollo de plazas y parques públicos.
Por otro lado, tenemos a la Comuna 1, la cual presenta problemáticas variadas. Entre ellas, resaltamos las estadísticas de hacinamiento crítico y hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), las cuales superan ampliamente los índices promedio de la Ciudad para ambos indicadores. Mientras la media de la Ciudad para el primero es de 1.5%, la Comuna 1 arroja un índice de 2.7%. En el mismo sentido, la Ciudad registra un índice de 6.9% de hogares con NBI, mientras que la comuna 1 lo supera ampliamente con un 15.9%. En base a esto, es preciso redefinir las prioridades del GCBA y aportar a la concreción de políticas que busquen revertir esta realidad que aqueja a la ciudad.
De lo dicho por los funcionarios, no se tiene precisión de los beneficios que implicará la venta, en términos de inversión de los futuros emprendimientos ni de los usos específicos de las ganancias por estas ventas. No habiendo objetivos específicos y prioritarios que requieran el dinero de las ventas, remarcamos la importancia de incorporar estos terrenos a las tierras públicas y su uso para paliar déficits en los servicios o espacios públicos actuales de las comunas implicadas, como los mencionados previamente.
Por esto mismo, cabe destacar la importancia de la gestión de incorporar de una vez por todas a las tierras públicas a la administración, ya que significan un recurso estratégico invaluable. El GCBA debe garantizar el disfrute del patrimonio público a todos los porteños, y siendo que la realidad de los porteños es en muchos aspectos delicada, utilizar la propiedad pública para el desarrollo de políticas que mejoren la calidad de vida de todos los habitantes.
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