Descubrieron una placa en casa de La Paternal donde vivió Maradona

Los legisladores de PRO, Roberto Quattromano y Cristina García De Aurteneche, descubrieron ayer una placa en la vivienda de La Paternal donde residió Diego Maradona durante su etapa en Argentinos Juniors, en el marco del 40° aniversario de su debut en Primera División.
 
La propiedad se encuentra en Lascano 2257 y actualmente funciona como museo tras haber sido recuperada por la Junta de Estudios Históricos de los barrios de La Paternal y Villa General Mitre. La intimidad del ex capitán de la selección argentina sigue vigente a través del mobiliario original, fotografías y unos 2000 objetos de todo tipo.
 
El acto contó con las presencias de Ana y Rita "Kitti" Maradona, hermanas del ex entrenador de la Selección Argentina; Daniel López Maradona, sobrino y ex futbolista; Alberto Pérez, presidente de la Junta de Estudios Históricos del barrio y ex directivo del club de La Paternal; y Cristian Malaspina, presidente de la Asociación Atlética Argentinos Juniors.
 
"Esta casa cobijó a Maradona y su familia en el inicio de una carrera deportiva exitosa que llenó de orgullo a los argentinos. Reconocemos a este lugar que con mucho esfuerzo fue transformado en un homenaje en vida al mejor jugador de todos los tiempos", manifestó Quattromano –autor de la iniciativa junta a Daniel Del Sol– al iniciar la ceremonia.
 
Luego, Pérez expresó: "Gracias a Diego, la institución y el barrio son reconocidos mundialmente. Nosotros no lo olvidamos. Esta casa está abierta para toda la comunidad".
 
A días de cumplir 16 años, Maradona debutó en Primera División el 20 de octubre de 1976 ante Talleres. Dos años después, el club le cedió la casa para que pueda vivir con su familia a pocas cuadras del estadio que años más tarde llevaría su nombre.
 
El museo, inaugurado en 2015, conserva los mismos muebles y estética de aquella época. Además, en su interior se encuentra una estatua del ex jugador de fútbol hecha a escala natural. Los sábados abre sus puertas a los vecinos y fieles maradonianos, la entrada es gratuita.
 
"Siempre junté infinidad de cosas, que tenía, que me regalaban, que compraba... Sabía que esta casa en algún momento la iba a recuperar. Insistí y por fin me pude quedar con la casa para que todo el mundo la disfrute", dijo Alberto Pérez, ex directivo del Bicho, que se presenta como dueño del inmueble en una entrevista de la agencia de noticias EFE.
 
Tocadiscos, adornos, muebles, platos, vasos, espejos y azulejos reflejan a la perfección el estilo de vida de esa época y dan el contexto de que aquel Maradona con 18 años. Pérez, presente en el debut de Diego, fue incluso quien firmó el primer contrato con el jugador. "Se la compramos en 1978. Se la entregamos el 7 de noviembre, una semana después de su cumpleaños 18, porque nos demoramos, y vivió acá hasta casi fin del 1980. Estoy muy feliz porque es un proceso que llevó muchos años", detalla el ideólogo.
 
"Maradona es lo más representativo que tiene el país, para bien o para mal. Hay que analizarlo como un artista, no nos metamos en su vida privada. Yo lo analizo desde esa óptica", sostiene Pérez, y confiesa: "Lo más importante es el lugar, el olor de la casa, lo demás lo armamos con un gran cantidad de cosas originales de él y otras réplicas, porque pasaron muchos años".
 
La casa tuvo luego varios inquilinos que desconocieron vivir bajo el mismo techo que Maradona. Hasta funcionó como una fábrica de carteras, motivo por el que se derribaron algunas paredes. No obstante, "las puertas interiores y muchos objetos fueron guardados en el piso superior y por eso se pudo reconstruir la vivienda tal cual estaba en la época que Maradona vivió allí", revela Pérez.
 
"La cocina tiene la mesa original, tenemos la camiseta con la que dio la vuelta olímpica con Napoli, una réplica de la moto y la bicicleta. Además, hay revistas de todo el mundo, relojes, colonias y hasta jabones. La idea es mostrarlas y que las disfruten todos". El ex directivo investigó las fotografías tomadas a Maradona en la casa para adquirir y ordenar los mismos objetos. Y ahí están sus primeros contratos con el club, los discos que escuchaba, la colonia que usaba, las bebidas que tomaba y los cuadros que tenía, entre "tantos tesoros que permiten a los visitantes sentirse en la casa original y conocer a Pelusa un poco más", asegura Pérez.
 
"Uno en la vida está de paso y tiene que devolverle a la comunidad lo que la comunidad le dio. Esta es mi forma de hacerlo; tuve la idea, también tuve el tiempo, y lo logré. Nuestra idea es que esto no se pierda nunca. Lo que no se conoce no se ama, lo que no se ama se olvida y lo que se olvida se pierde", concluye Pérez.