- Opinion
- 18.12.2016
DICIEMBRE
El drama de fin de año
Nos engañamos a nosotros mismos creyendo que algo que no hicimos en los once meses anteriores vamos a poder hacerlo en el mes más caótico del año. Imposible queridos amigos.
Debo aclarar, en primera instancia, que ésta no es una pose ni nada parecido. Realmente desprecio esta época del año. Me molesta, me hace mal, la paso mal. La eliminaría del calendario.
A pesar de conocer la habitual pericia e inteligencia supina de mis lectores, simplificaré la cuestión enumerando los motivos de mi desprecio.
1. El clima
A nuestra habitual actitud de país bananero todo el año, en diciembre se suma el clima como pasa acompañar el horror del resto del año. Calores sub saharianos, humedad extrema. A esto debemos sumarle los cortes de luz consuetudinarios mientras el gobernante te caga a pedos si decidís prender el aire acondicionado porque sos un despilfarrador de energía.
2. Actividades de fin de año
Cócteles de fin de año, cenas de fin de año, juntadas de fin de año, sarasa de fin de año. La agenda de diciembre está en llamas y aunque uno intente ponerse selectivo hay eventos a los que no podés dejar de ir. El estallido genital vinculado a la suma de actividades de diciembre está permanentemente latente.
Todas fechas organizadas directamente por Lucifer para obligarnos a ver a mucha gente en medio del calor africano, a comer como cerdos y a terminar liquidados tanto física como anímicamente.
3. El cierre laboral
Cierra el año laboral y los jefes suelen acordarse de todo lo que hay que terminar antes de fin de año. Informes, resúmenes, memorias, balances. Diciembre debería durar unos sesenta días para llegar a hacer todo medianamente bien.
4. Las fiestas
Uno de los mayores dramas de la era moderna. Nochebuena, navidad, año nuevo. Todas fechas organizadas directamente por Lucifer para obligarnos a ver a mucha gente en medio del calor africano, a comer como cerdos y a terminar liquidados tanto física como anímicamente.
5. El tránsito
El caos vehicular de diciembre me quita las ganas de vivir. Todo el mundo decide salir con el auto lo cual ya genera una situación insostenible. Pero a esto hay que sumarle los seres de luz que deciden cortar calles viendo la forma más efectiva para complicarle la vida al prójimo que, obviamente en el 99.9% de los casos, nada tiene que ver con el reclamo.
6. Los balances
Tenemos formateada la cabeza de forma tal que los fines de año tenemos que hacer balances. Balances familiares, laborales, económicos, sentimentales, generales. Ese requerimiento mental hace casi imposible que terminemos el año contentos porque está claro que prácticamente nunca cumplimos con las metas que nos planteamos a principio de año. Un drama inconmensurable.
7. Nos vemos antes de fin de año
No querida o querido, si no te vi en todo el año no me interesa verte antes de fin de año y estoy seguro que a vos tampoco. Entonces dejemos de montarnos la farsa y nos vemos si alguna vez algún evento hace que nos crucemos. De ser posible que todo eso sea el año que viene. O el otro, o nunca…
Nos engañamos a nosotros mismos creyendo que algo que no hicimos en los once meses anteriores vamos a poder hacerlo en el mes más caótico del año.
8. El robo a mano armada
Diciembre es el mes de los saqueos. No sólo de los que organizan habitualmente los intendentes peronistas del conurbano. Hay que juntar plata para los maestros de los hijos, para los regalos de navidad, para todo. Y el empresario/comerciante argento toma diciembre para intentar ganar todo lo que no pudo ganar en el año. Vas al shopping a comprar algún regalo que te quedó colgado y encontrás una promoción maravillosa y la musculosa para tu mujer te la dejan en 1500 pesos. Un saqueo al bolsillo. Pero el drama mayor es cuando te acordaste tarde de organizar las vacaciones y un bandido te quiere cobrar 50000 pesos por una semana en un dos estrellas de Valeria del mar. Era más barato llevar a tu familia a Disney.
9. Si no lo hiciste perdiste
Primo hermano de los puntos 3 y 7, nos engañamos a nosotros mismos creyendo que algo que no hicimos en los once meses anteriores vamos a poder hacerlo en el mes más caótico del año. Imposible queridos amigos, diciembre está hecho para afrontar todo lo que les vengo contando. Si no se hizo entre enero y noviembre, no se hará en diciembre.
10. La familia
La familia en principio no se elige. Ni siquiera la familia política. Viene adosada a tu marido o tu mujer. Vos lo elegiste a él, la elegiste a ella, pero no a todo el combo que viene adherido. Igual no importa, en diciembre tenés que ver a todos. A tu familia, a tu familia política, a los familiares de tu familia política y así sucesivamente. Esto es un flagelo para la mayoría de los mortales, aunque no para mi que tengo una familia política maravillosa llena de seres de luz que llegó de parte de @Fatinoriega y que suele leer estas columnas.
Bueno, queridos lectores, éste es mi resumen del horror de diciembre. En cualquier caso no se preocupen, el año ya termina y está llegando el 2017 que seguramente será una mierda atroz.
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