Los números de la emergencia habitacional

 En la última década la población de las villas y asentamientos creció en un 52%: pasó de 107.422 habitantes en 2001 a 163.587 en 2010, según un informe del Consejo Económico y Social de la Ciudad (CESBA), elaborado por el difunto dirigente de la CTA Carlos Chile.  Allí se consignaba que en el censo oficial de 2010 vivían 207 mil personas en villas y 30 mil en asentamientos precarios, aunque advertía que una buena parte de la población real no fue censada. La población real de las villas hoy está más cerca de las 350 mil personas. En los números oficiales, las personas que viven en condiciones precarias son el 6% de los porteños y las villas ocupan el 1,46% del territorio. En la zona sur de la Ciudad hay un 366% más de villas que en la norte.

Las villas que existían en Palermo o en Colegiales fueron arrasadas en la dictadura y nunca volvieron a conformarse. Sus habitantes fueron expulsados hacia el conurbano o hacia el sur. Hoy, la comuna 8 es la que concentra la mayor cantidad de personas que viven en villas (un 37%, cerca de 60 mil habitantes), mientras que le siguen la comuna 4 (22%, unos 34 mil habitantes),  la comuna 1 (17%, unos 28 mil habitantes) y la comuna 7 (16%, 26 mil personas). 



Según datos del IVC; en las villas 31 y 31 bis hay 10.076 viviendas, 9974 hogares y un total de 43.190 habitantes. En la villa 20, en tanto, según el último censo, calculan unas 27 mil personas en las 48 hectáreas. De estos,  sólo un 4% tiene electricidad conectada por red, un 25%, cloacas, un 35%, agua potable y el 14% está en condiciones de hacinamiento crítico. En la 21-24, los habitantes superan los 60 mil.
Si se toma la cantidad de gente que tiene problemas habitacionales, la cifra trepa a las 700 mil: en una ciudad que tiene cerca de 3 millones de habitantes,  uno de cada seis porteños está en esta situación. Esto contrasta con la cantidad de viviendas ociosas.



Existieron varios proyectos para generar un impuesto para las viviendas ociosas y obligar a que se vuelquen al mercado de alquileres, pero ninguno prosperó en la Legislatura.