OPINION

La crónica de la semana (de la Justicia parsimoniosa y veloz a los futuros venturosos aunque esquivos)

Terminamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Aunque sabemos, gracias a nuestros economistas serios, que los presentes calamitosos son garantía de futuros venturosos, así que no perdemos la alegría.

Sebastián Fernández

La semana pasada, varios diputados del FPV decidieron asistir a la última audiencia del juicio a Milagro Sala en Jujuy, con el pretexto de que ésta era pública. Frente a esa inadmisible provocación venida de otra provincia, las fuerzas del orden de Gerardo I, emperador del Sol Poniente, mariscal del Altiplano, protector de la Justicia, orgullo radical y azote de Dios, se vieron obligadas a actuar. Enardecidos, los diputados dieron golpes de cara y estómago sobre los indefensos palos de la policía y la diputada Mayra Mendoza llegó incluso a colocar su cuello entre los dedos de un oficial aterrorizado.

Esas imágenes de una Argentina que creíamos superada se repitieron en Pergamino, en donde algunos vecinos que reclamaban ayuda por la inundación se dedicaron a dar golpes de cabeza sobre los cartuchos de goma de la policía, y en el barrio porteño de Flores, en donde otros vecinos tomaron la comisaría 38 en reclamo por la muerte de un chico en medio de un tiroteo. Varios periodistas serios denunciaron que entre los vecinos de Flores había “barrabravas K” que organizaban los disturbios. Ocurre que, así como el kirchnerismo controla a la CIDH, al Grupo de Trabajo de la ONU, al secretario general de la OEA y a los científicos del Conicet, también lidera a las barras de la CABA. Teniendo en cuenta que es una ciudad gobernada desde hace 9 años por el PRO junto al presidente de Boca Daniel Angelici, no deja de ser una proeza política.

En estos días, después de mantener en el sueño de los justos la causa de Papel Prensa durante 5 años- solicitando pericias contables que ninguna de las partes reclamaba y frenando el llamado a indagatoria de los imputados que un fiscal demasiado impetuoso exigía- el parsimonioso juez Ercolini sobreseyó a Héctor Magnetto, Bartolomé Mitre y Ernestina Herrera de Noble. Luego, con ahínco recobrado, procesó a CFK por haber conformado una “asociación ilícita” durante su gobierno y la embargó por 10.000 millones de pesos, lo que prueba el equilibrio de nuestra justicia federal.

Debemos señalar la mesura del juez, que no sólo no embargó por un PBI o dos a la ex presidenta, sino que esperó un año desde que asumió Macri para sobreseer a los imputados por la causa Papel Prensa, sin imitar el ahínco del juez Casanello que sobreseyó al presidente Macri en la causa de las escuchas ilegales apenas asumió. Tampoco pidió la prisión preventiva de CFK, lo que demuestra que los jueces porteños tienen todavía mucho que aprender de sus pares jujeños.

En todo caso, gracias al parsimonioso y a la vez veloz juez Ercolini nos quedó claro que la compra-venta de Papel Prensa- saludada por el dictador Jorge Rafael Videla y llevada a cabo poco antes que secuestraran a sus dueños y gerentes- fue una simple operación entre privados, y que el gobierno de CFK fue una asociación ilícita.

Fue también una semana difícil, en la que Isela Costantini y Alfonso Prat Gay, dos miembros destacados del mejor equipo de los últimos 50 siglos presentaron su renuncia. El reemplazante de la ex CEO de Aerolíneas Argentinas, Mario Dell´Acqua, manifestó su ignorancia sobre la tarea para la que fue designado, pero no tuvimos esa suerte con Nicolás Dujovne y Luis Caputo, los reemplazantes del ex ministro de Hacienda. En efecto, ambos señalaron que los dramas de nuestro país, además del déficit, son el alto costo laboral y la presión fiscal desproporcionada. Reducir esas calamidades permitiría la llegada de la tan postergada lluvia de inversiones, que regaría el camino hacia el desarrollo (siguiendo los preceptos de un conocido plan gubernamental). No parece que las baja presión fiscal y los anoréxicos sueldos de Burundi atraigan más inversiones que Alemania, asolada por impuestos, sueldos y cargas sociales desmesuradas, pero si reducir cargas sociales nos permitirá llegar al desarrollo, instauremos de nuevo la esclavitud y en unos pocos años seremos Noruega.

Esta semana también supimos que los aires acondicionados formarían parte del “cóctel explosivo y siniestro que dejó el gobierno anterior”  en palabras de nuestro presidente, un entusiasta del diálogo, el consenso y coso. Hasta no hace mucho, Macri pensaba que podíamos vivir mejor y ahora se dio cuenta que, en realidad, vivíamos demasiado bien. Él también cambió.

Pero no todas fueron malas noticias: para Margarita Stolbizer, “estamos mejor que el año pasado” ya que en el gobierno hay gente con “buenas intenciones” y para Toty Flores, el Tío Tom de la Mentalista Carrió, “hay esperanza para el futuro”. Ocurre que las buenas expectativas que genera este gobierno son como las calamidades del gobierno anterior: inminentes aunque siempre esquivas.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.   

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