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- 17.04.2017
COMUNA 2
Una calle en Recoleta perdió varios restaurantes
Sobre la calle Presidente Roberto M. Ortiz, en el barrio de Recoleta, cerraron cinco restaurantes históricos. Cambios en la zona.
En el paseo de bares y restaurantes del barrio de Recoleta, se cerraron cinco locales gastronómicos en la cuadra de Presidente Roberto M. Ortiz al 1800, entre Quintana y Guido, hay preocupación entre vecinos y comerciantes.
La merma en el público y la caída en ventas, combinadas con una dosis de especulación inmobiliaria, pusieron en jaque el polo gastronómico y turístico. Sobre Ortiz al 1800, sólo quedan en pie dos locales dedicados a la gastronomía: La Biela, en su esquina emblemática protegida por un árbol gigantesco, y The Embers, que reemplazó a El Ombú y que a su vez había suplantado a La Victoria.
La Munich, un restaurante tradicional pegado a La Biela, se convirtió en el último ícono del barrio en cerrar sus puertas. "Siempre cerraban en febrero por vacaciones, pero esta vez llegó marzo y no abrieron", contó a La Nación un camarero de La Biela.
Carlos Guitérrez llegó a la Argentina en 1966 desde León; fue lavacopas, barman, mozo y encargado. Hoy es el director de La Biela y presidente de la Asociación de Amigos de Recoleta. En sus 50 años en la clásica confitería ha visto muchos cambios: "¡La vamos a aguantar!", es su respuesta.
Al ser un café notable declarado sitio de interés cultural, la situación de La Biela es mejor que la de otros comercios de la zona. Así y todo, Gutiérrez está ansioso por la inauguración del Centro de Exposiciones en Figueroa Alcorta, que aumentará su caudal de clientes, y por los tiempos de la obra en la otra punta de la cuadra, donde cerraron cuatro restaurantes para construir una torre de lujo.
"Hace unos seis años hubo un cambio", explicó Gutiérrez a La Nación. "En la cuadra de Junín, cerraron varios locales y se construyeron tres aparts. Ahora, han vuelto a abrir Buller, Bartola y otros más. Estuvieron allí de capa caída y ahora les va bastante bien", añadió. Gutiérrez espera que algo similar suceda en su cuadra, donde la desarrolladora ABV hará una obra importante donde antes funcionaban cuatro restaurantes, en la esquina de Ortiz y Guido.
El local de La Munich, pegado a La Biela, no está vendido aún, pero su destino sería similar al de otros restaurantes de la cuadra: el desarrollo inmobiliario. "Esperemos que la obra salga rápido, para que volvamos a ser la Recoleta floreciente de hace 10 años", expresó.
La desarrolladora local ABV avanza con los preparativos del imponente Edificio Armani. "Es un proyecto de 20.000 m2 con 207 residencias, que tendrá 1700 m2 de espacios comerciales en la planta baja. Hay marcas gastronómicas e institucionales que demostraron interés en la ubicación", comentó a La Nación el arquitecto y propietario de ABV Ioram Amsel.
"La construcción comenzará en el segundo semestre y estará terminada en 2020. Es una zona que está destinada a resurgir", dijo. Los locales vacíos y la inactividad en la esquina preocupan en la zona. Según Amsel, "los procesos de bienes raíces son largos; el permiso salió en enero. Así son los tiempos de licitación y adjudicación de una obra".
El Edificio Armani apunta a un público joven, como las nuevas cervecerías sobre Junín y Vicente López. Hasta 2013, allí funcionaba el exitoso restaurante de cocina internacional Lola, que al cerrar inició el éxodo que siguieron Montana, San Babila y Buller. La cervecería artesanal fue la última en cerrar y logró reubicarse a 100 metros.
Al lado de los locales cerrados, sobre Ortiz, hay un hotel que lleva allí unos cuantos años: "Hace un año aproximadamente que se siente una caída en el movimiento y en la actividad", comentó a La Nación Antonio, el joven conserje de L'Etoile. "Nos afecta, porque entra menos gente al bar o a comer. Además, a la noche la calle está menos iluminada, lógicamente, porque cerraron todos los restaurantes". El otro comercio de la cuadra es una sucursal de una cadena de farmacias.
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