- Opinion
- 02.05.2017
OPINION
De la inflación Schrödinger a la Fundación Kunta Kinte
La inflación en la Argentina. La justicia independiente y la vuelta al mundo. La CGT, el primero de Mayo y el protocolo antipiquete. La columna de opinión de Sebastián Fernández.
Tal vez amedrentado por su propio optimismo, el ministro admitió que la meta de inflación del 17 % podría no ser cumplida este año, algo realmente inesperado. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, fue al rescate de su colega y afirmó que la inflación sigue alta por “el envión de los años anteriores”. Es el famoso paradigma de la inflación que se acelera cuando se la intenta frenar, un fenómeno estudiado por la Fabio Zerpa School of Economics.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, afirmó en los Estados Unidos que la Argentina "ofrece niveles de retorno de inversión que son muy difíciles de lograr en otros países del mundo". Como explicó Sebastián Soler, abogado experto en Derecho Financiero, “antes se jactaba de cuánto iba a bajar el costo de financiarnos y ahora promociona cuán alto es”. Otro asombro de una época asombrosa.
Sobre la tan esperada lluvia de inversiones, la evanescente Laurita Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción opinó: "Gils Carbó debería tomar conciencia de que su supuesta resistencia daña el prestigio del país (…) Hoy por hoy si un inversor tiene dudas de la calidad de la Justicia y de la falta de neutralidad del Ministerio Público, puede pensar en no invertir" . Hasta no hace mucho, la actual funcionaria explicaba que la seguridad jurídica y la independencia de los poderes eran las premisas básicas para atraer inversiones. Nuestra realidad es trepidante.
En defensa del gobierno, debemos reconocer que Gils Carbó no tomó la precaución de ser legisladora del PRO ni abogada de Daniel Angelici, como sí lo hizo Martín Ocampo, ex jefe de fiscales y actual ministro de Justicia de la CABA. Tampoco tuvo el decoro de Carlos Balbín, ex Procurador del Tesoro, quién luego de firmar una crítica auditoría sobre el acuerdo entre el Estado y el Correo y empezar a investigar las coimas pagadas por Odebrecht en Argentina, aceptó presentar su renuncia.
La inflación que baja a la vez que aumenta por el envión anterior, la confianza de los inversores que se refleja en el alto costo financiero y la neutralidad del Ministerio Público que se consigue pidiéndole la renuncia a su titular, son otros de los asombros cuánticos del gobierno de Schrödinger, que está y a la vez no está.
Para festejar el Día del Trabajador, el presidente Mauricio Macri participó de un acto organizado por el Momo Venegas. La Fundación Kunta Kinte había planeado organizar una suelta de esclavos para conmemorar el evento pero algunos inconvenientes técnicos- relacionados con las tobilleras electrónicas que reemplazarían a los vetustos grilletes- impidieron llevarla a cabo.
Antes del acto, el Secretario General de UATRE explicó que “han entregado la CGT a la izquierda” , algo que sorprendió tanto a la CGT como a la izquierda, que no estaba al tanto.
En medio de la crisis política que padece la provincia de Santa Cruz por falta de fondos y el retraso en el pago de empleados públicos, una manifestación llegó hasta la residencia de Alicia Kirchner en dónde estaba CFK y su nieta, e intentó entrar. Gracias a ese episodio, nuestros periodistas serios pasaron de exigir mano dura contra la protesta social a denunciar la “represión”, término que hasta ese momento el Manual de Estilo reservaba a la policía venezolana. Un periodista llegó a explicar que si los manifestantes pasaron por encima de las rejas de la residencia fue porque “no había custodia”. De la exigencia del protocolo antipiquetes incluso contra los vendedores de chipá pasamos así a poner en duda los límites de la propiedad privada. El Jefe de Gabinete debería ofrecer clases de Pilates a nuestros periodistas serios, tememos que con tantas contorsiones se terminen luxando.
El gobierno propuso ayudar a la provincia pero sólo si antes lleva adelante “un necesario ajuste”. Alicia Kirchner tendría que seguir el ejemplo de Gerardo I, Emperador del Sol Poniente por la gracia de los Blaquier, Mariscal del Altiplano, Protector de la Justicia y Azote de Dios: encarcelar a Milagro Sala y reclamar fondos federales sin condicionamiento.
Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.
COMENTARIOS