COMUNA 15

El Club Comunicaciones de Agronomía se recupera y suma socios

A 5 años del posible cierre, el Club Comunicaciones del barrio de Agronomía se recupera y suma socios, pasó de 1.500 a 4.500 y hay 23 deportes activos.


Hace cinco años, el Club Comunicaciones bajó la persiana. Pero sus 1.500 socios motorizaron la Asociación Civil Todos por Comu y se erigieron como foco de resistencia. Cortaron avenida San Martín, también avenida Beiró, se manifestaron en la Legislatura y organizaron movilizaciones, informa Clarín.
 
En aquellos tiempos, dos propuestas parecían salvadoras, pero el grueso de los hinchas y socios las consideraron salvavidas de plomo. La primera era del empresario Daniel Hadad, quien se haría cargo de la deuda de 12 millones de pesos a cambio de explotar un microestadio en el predio de 18 hectáreas. “Cuando nos presentaron esa propuesta, lo primero que pensé fue que no le íbamos a dar ni una maceta”, sentencia a Clarín Daniel Díaz, 32 años en el club, integrante del actual Comité Honorario y presidente de Futsal.
 
El segundo proyecto pertenecía a Hugo Moyano, quien llegó con promesas de inversiones y salvación. Pero, entre otras modificaciones, el club debía cambiar sus colores, su identidad: del amarillo y negro tradicional al verde y blanco de Camioneros. “Seríamos Comunieros”, cuenta a Clarín el actor Nazareno Casero, actual vicepresidente de la flamante Subcomisión del Hincha.
 
Hace poco más de dos meses, un grupo de socios decidió reunirse todos los miércoles para ver qué pueden hacer por su club. Lo hacen en el único quincho que queda en pie. Es que el órgano fiduciario anterior derrumbó siete de las ocho estructuras donde la gente se reunía a comer asado. “Pintamos, iluminamos y acondicionamos el lugar para que sea el punto de encuentro”, sintetiza a Clarín Mariano Fortunato.
 
Emilio Matsuyama y Sabrina Hechiki llegaron al club hace 10 años para acompañar a sus hijos, que en ese entonces jugaban al baby fútbol. Lejos de alejarse, en el peor momento del club se quedaron a poner el hombro. “¿Cómo nos íbamos a ir? Era nuestro lugar. Los chicos disfrutaban más el post y el pre partido que el juego en sí mismo. Nos pasábamos toda la tarde acá”. Hoy, el matrimonio forma parte de la Subcomisión de Fútbol Amateur y reconoce que el club es parte de su vida: “Algunos amigos nos dicen que estamos locos, pero para nosotros es muy importante. Esto trasciende lo deportivo por completo".
 
“El juez falló a favor de la propuesta de Moyano, entonces decidimos apelar a la Cámara y en paralelo tomar el club para defender lo nuestro. Si entraban iba a ser muy difícil sacarlos”, recuerda Díaz. En agosto de 2012 la Cámara Nacional de Apelaciones falló a favor de los socios y desestimó la decisión a favor de Moyano.
 
Hoy, Comunicaciones tiene 4.500 asociados y 23 deportes activos. En estos años se crearon disciplinas nuevas, como boxeo, fútbol femenino y Futsal. “Arrancamos con el club cerrado jugando en la plaza de Chorroarín, y los primeros cinco partidos cedimos la localía porque no teníamos cancha”, asevera Díaz, presidente de esta actividad. Se construyeron tres canchas con medidas reglamentarias e iluminación. Las bautizaron “Ciudad Futsal”. Tienen cabina de transmisión, techo y capacidad para 800 personas sentadas. Hay Futsal Femenino y todas las categorías de masculino, desde Infantiles hasta Senior. En total son 340 jugadores.
 
A futuro, el objetivo es seguir multiplicando la masa societaria. “Este club necesita 10 mil socios para estar equilibrado en las cuentas”, explica Díaz, quien se lamenta: “El contexto actual no ayuda demasiado, porque la gente recorta gastos, y uno de los primeros que evita es el club. Acá vienen papás a decirme que no pueden pagar más, pero nosotros no echamos a nadie. Queremos crecer y no expulsar”.
 
La cuota social es de $ 400, pero a ese monto hay que sumarle la cuota del deporte que se elija practicar. “Lo que necesitamos es que vuelva la familia, que venga el barrio a comer asado al club, a la pileta, a pasar el día acá. El club tiene que volver a ser el punto de encuentro”, coinciden.
 
Una preocupación son las altas tarifas. “No podemos pagar la luz ni el agua. No somos chicos, somos grandes en metros cuadrados y nos cuesta pagar los costos fijos”, explica Díaz.

COMENTARIOS



UBICACIÓN