- Opinion
- 28.01.2018
TRANSPARENCIA PRO
Sin control
El macrismo sumó fuerzas para evitar que la Auditoría porteña investigue las principales obras que llevará adelante el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.
Primero que nada, hay que recordar que la Auditoría porteña es el organismo que (como su nombre lo indica) audita las cuentas públicas y tiene un directorio colegiado, con una presidenta opositora. Pero entre los siete auditores hay representantes de todas las fuerzas políticas, y si el macrismo suma a otras fuerzas eso redunda en que puede modificar los planes de la Auditoría con una mayoría. Eso ocurrió con el plan de auditorías sobre 2017 con ayuda de sectores aliados que votaron a favor de sacar proyectos incómodos del escrutinio técnico del organismo. Además de los cuatro auditores de Cambiemos (uno de la Coalición Cívica y tres del PRO), ayudaron a esta estrategia un representante del Frente para la Victoria, Hugo Vasques, quien responde al sindicato UPCN, y la auditora de Martín Lousteau, Mariela Coletta, que votó a favor de los cambios con una disidencia. La única que se opuso fue Cecilia Segura.
Después de la última movida del macrismo y sus aliados en la Auditoría General de la Ciudad, el organismo dejará sin investigar el 87 por ciento del presupuesto del año pasado.
En concreto, de los 95 informes que iba a hacer la Auditoría, eliminaron 32. Representan, en términos presupuestarios, obras por casi 155 mil millones de pesos. Agregaron otra veintena de informes que no mueven el amperímetro. Entre los proyectos de auditoría que no aceptaron los macristas y sus aliados, están:
· Las compras de equipamiento para la Jefatura de la Central de la Policía de la Ciudad, por un total de 1.832 millones de pesos. Me pregunto: ¿qué habrá en esas compras que no querían que la auditoría revise? Ya la Policía Metropolitana en sus orígenes tuvo problemas con la compra de armamento y de los patrulleros, en los tiempos en que su jefe era Jorge “El Fino” Palacios. Ahora el cuestionado jefe Carlos Kevorkian no tendrá que preocuparse porque lo auditen.
· También rechazaron que la Auditoría controle una de las principales promesas de Larreta: la urbanización de la Villa 31. Concretamente, eludieron un informe sobre la Secretaría de Integración Social y Urbana, que en 2017 administró cerca de 1.500 millones de pesos en los programas de urbanización.
· La ampliación de la red de subtes quedó afuera. Con sacar este informe, los auditores macristas y aliados eludieron el control sobre un presupuesto de 2.500 millones de pesos. Y para esto obviaron el antecedente de que la Auditoría encontró serias irregularidades en la ampliación de la Línea H que llevaba adelante la UTE Techint-Dycasa en 2011. Como contamos por acá, el parate que hubo e esas obras eso le costó a la Ciudad no menos de 1700 millones de pesos, que Techint se llevó por no hacer nada por un año.
· Otra de las grandes cajas de la Ciudad que quedaron fuera del control de la Auditoría es el contrato de la basura. (S)Eludieron un informe sobre el Servicio de Higiene Urbana, que implica nada menos que dejar sin auditar 10.500 millones de pesos.(s) El informe que retiraron del plan proponía concentrarse en el Servicio de Recolección en Villas, que ya había tenido observaciones en informes anteriores.
· Los subsidios de las escuelas privadas son otro de los puntos que el PRO y aliados retiraron de los informes a auditar. Son cerca de 1.500 millones de pesos. También eliminaron otra investigación sobre el Servicio Alimentario a las Escuelas de Nivel Primario (públicas), que implica unos 1.300 millones de pesos. De esta forma, dejaron desprotegidos a los 140 mil chicos que asisten a los comedores de la Ciudad y cuyas madres, en diversos casos, denunciaron las condiciones deficitarias del servicio. La auditora Segura advirtió que un grupo de empresas amigas cercanas al macrismo son las que siempre ganan las licitaciones y que esas mismas empresas también llegaron ahora al territorio bonaerense.
· Pese a que hay un fallo de la Corte Suprema que obliga a sanear el Riachuelo, el PRO sacó del plan un informe sobre el avance de las obras vinculadas al ACUMAR.
· Las compras y contrataciones de la AGIP (Rentas) y una evaluación de su cuerpo de inspectores también fue prolijamente eliminada del plan, junto con las reformas en el Planetario, la concesión del Autódromo de Buenos Aires y el sistema de control del juego.
· Segura propuso incluir un informe sobre el tan publicitado Paseo del Bajo y se lo denegaron. Esto implica que no se investigará cómo se hicieron las adjudicaciones a una UTE de la que formaba parte en su momento Angelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri.
Cecilia Segura llamó la atención sobre el hecho de que, si se hace el seguimiento del porcentaje de los fondos del presupuesto porteño controlados por ese organismo, hay una tendencia a cada vez menor control: sobre la ejecución de 2014, auditaron el 48,68 por ciento; de 2016 auditó un escaso 36,73 por ciento; en 2017 cayó aún más: 25,59 por ciento de todo lo que se gasta tuvo algún control. En 2018 será solo el 13,32 por ciento. La presidenta de la Auditoría destacó que, sobre los informes que sí se hacen, tres de cada diez veces el organismo estatal no entrega los documentos para hacer la auditoría. Así que el porcentaje es aún menor.
Le salió al cruce por esta denuncia, basada en datos concretos, la auditora macrista Raquel Herrera con frases tales como “más allá de las diferencias ideológicas en temas institucionales, siempre buscamos lograr que el cuerpo colegiado vote por unanimidad, esta vez no lo pudimos lograr: la votación concluyó 6 a 1”. No dio ningún tipo de explicación sobre por qué se retiraron los proyectos sobre áreas sensibles del Gobierno porteño. La transparencia te la debo.
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