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- 04.06.2018
ARTE A CIELO ABIERTO
Artistas pintaron murales en persianas de 50 locales en Tribunales
Un grupo de 50 artistas intervino los frentes de comercios en las calles Lavalle, Paraná, Uruguay, Talcahuano y Libertad.
Ayer domingo, un grupo conformado por 50 artistas plásticos, intervinieron las persianas de los locales de la zona de Tribunales. Esta zona es muy diferente según qué día sea: en la semana y de día hierve de actividad y de gente, pero se vacía cuando cae el sol, lo mismo sucede los fines de semana.
En 2014, recién mudado al Microcentro, Santiago Cavanagh se preguntó por qué esto era así. Caminando, imaginó esas persianas como lienzos. Quizás lo suyo era sólo una deformación profesional -es licenciado en economía con una especialización en arte-, pero no paró y pidió ayuda, convocó a artistas callejeros y auspiciantes. Así nació el colectivo Proyecto Persiana, que se completa con Milagros Avellaneda y Lucía Arrocha, licenciadas en Comunicación, y Juan Ridolfi, estudiante de Diseño Industrial.
En 2015 empezaron con diez creadores. “Una persiana, un cuadro, un artista”, fue la idea fundante. Este domingo fueron más de 50 artistas y en ocho cuadras de Tribunales, sobre 50 persianas, encararon su 11° intervención.
En Libertad, a metros de Corrientes, trabajó Julián Cruz Solano, justo donde tiene la parada el colectivo de la línea 5. “Uso la técnica del micropunto y estoy chequeando que no se pierda la imagen”, describe a Clarín. El protagonista de su pintura es un guacamayo, similar a los que se ven en el sur de Brasil. “Quise darle color a la persiana que venía bastante negra”, dice.
Cris Herrera -Kiki- pintó un mural en homenaje al educador Paulo Freire. En la esquina de Uruguay y Lavalle, frente a los Tribunales, le pareció acertado ese dibujo. “Este mural habla del hacer y de la ‘educación como práctica de la Libertad’, como repetía Freire”, dice a Clarín. A unos metros, pinta Agus Rúcula, docente de dibujo en la UBA. Su trabajo es una composición entre tres manos, pintura hiperrealista, “El mural habla de propiciar los puntos de encuentro. Del poder de juntarse”.
Lograr esto llevó tiempo. Primero, puerta a puerta, pidieron permiso a los comerciantes. Explicaron que no se trataba de vandalizar, sino sumar arte a una escenografía que por las noches se pone gris. Después convocaron a los artistas, le enviaron a cada uno la foto de su persiana y consiguieron la pintura, que cedieron en forma gratuita dos empresas. En total, son 100 litros de hidroesmalte y cinco aerosoles por artista.
Luciano Elias conoció hace muy poco estos elementos. Su especialidad es la pintura de estudio, en lienzo. “Me atrajo el desafío, la posibilidad de dibujar con aerosol, que es lo más práctico para cubrir esta superficie llena de hendiduras, y la oportunidad de dejar marca de una manera legal”, sintetiza a Clarín. "Está bueno recuperar estos espacios con muchos tags -firmas de graffities- y poner una puesta más comprometida con el espectador", suma Florencia, la más chica de los artistas y esta es su primera vez en Proyecto Persiana.
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