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- 05.07.2018
MEDIO AMBIENTE
Regalan a los vecinos gajos de rosas de los Rosedales de la Ciudad
Comenzó la temporada de poda de rosas en la Ciudad y en el Rosedal de Palermo regalarán gajos a los vecinos, durante tres semanas. Se entregarán hasta cinco por persona en los tres Rosedales de la Ciudad.
Ayer miércoles arrancó la poda anual en el Rosedal de Palermo y, con ella, el tradicional ritual de entrega de gajos de rosas a los vecinos. La invitación, que se extenderá en el Parque 3 de Febrero por 21 días, también incluye los Rosedales del Parque Micaela Bastidas, en Puerto Madero y el de Parque Chacabuco. Pero en estos dos últimos casos, se podrá buscar los brotes sólo durante una semana. Los entregan de martes a viernes de 13 a 17 horas.
Cada persona puede recibir hasta cinco esquejes, que son los tallos o ramas que se introducen en la tierra para reproducir la planta y que permitirán a los vecinos cultivar en sus casas sus propias rosas, una flor preciada cuya docena puede costar $ 500 o $ 600.
El Rosedal tiene 4,5 hectáreas, dos de ellas sólo de rosas. Hay 93 especies. La mayor parte, Iceberg: sus pétalos pálidos ocupan cuatro canteros grandes. También hay muchas inglesas antiguas, Sevillanas, Grand Gala -sin espinas- y Caprice de Meilland, unas de las más perfumadas. Cada invierno se podan para que los rosales florezcan sanos en septiembre y alcancen su esplendor en octubre. Una vez concluida la poda y, para terminar de garantizar la salud de los ejemplares, se coloca fertilizantes y complementos esenciales en la tierra.
“Todas nuestras rosas tienen raíces de rosa silvestre, porque están mucho tiempo a la intemperie y por eso es necesario que tengan un buen sustento”, explicó a Clarín Martín Cantera, gerente operativo del Parque 3 de Febrero.
Federico Serraino, ingeniero agrónomo y supervisor del Rosedal, dio un consejo: que las plantas no reciban luz del sol directa antes de que broten. “Hay que tratar de que desarrollen las raíces, porque el sol estimula la floración y, si la planta brota sin el debido sustento, ese tallo absorbe las sustancias de reserva y las hojas empiezan a atrofiarse y se caen”.
Los voluntarios son parte clave de este ritual. Algunos de los que fueron a la primera jornada de entrega son Víctor Kalaczuk, Constanza Moreno Quintana y Mary Santarelli, vicepresidenta de la Asociación Argentina de Rosicultura. Fueron los encargados de transmitir sus conocimientos sobre el tema.
Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, resaltó que “la poda anual es uno de los eventos que más disfrutamos, ya que nos permite entregar en mano los esquejes de las rosas más bellas y emblemáticas de la Ciudad. Cada año, más de 8.000 vecinos retiran sus esquejes de los rosedales porteños”.
Además de las decenas de especies plantadas, en el Parque 3 de Febrero preparan un cantero sólo con rosas antiguas. “Es para personas no videntes, ya que estas variedades tienen más fragancia, a diferencia de las más actuales, donde se busca más el atractivo visual”, contó Cantera. El proceso comenzó el año pasado y se espera que en dos años las plantas lleguen a tener la altura de una persona.
El esqueje es un método que se utiliza para multiplicar plantas y consiste en conseguir que un tallo eche raíces para dar origen a uno nuevo. La estación ideal para hacerlo es el otoño. Para obtener las rosas es necesario enterrar los tallos introduciéndolos unos 12 cm en una maceta que contenga preferentemente una mezcla de turba y arena, para que puedan crecer más fácilmente las nuevas raíces. Entre cada tallo tiene que quedar una distancia mínima de 8 cm; luego presionar la tierra alrededor del tallo y regar hasta dejarla húmeda; colocar la maceta en un lugar húmedo y luminoso evitando el sol directo. La temperatura ideal para criar esquejes de rosas es entre 18 a 21ºC; una vez que hayan salido las raíces, se trasplanta cada esqueje a una maceta individual.
El Rosedal de Palermo tiene 4 hectáreas de superficie de acceso libre y gratuito y alberga casi 8.000 rosales de 93 especies distintas. Fue declarado Patrimonio de Interés Cultural en el 2011, y en 2012 fue premiado con el Garden Excellence Award, un reconocimiento internacional otorgado por la Federación Mundial de las Sociedades de Rosas (WFRS).
El Rosedal de Parque Chacabuco, ubicado en Av. Eva Perón 1410, tiene alrededor de 5.000 m2 de superficie de acceso libre y gratuito y alberga alrededor de 1200 rosales de distintas especies. Durante la remodelación que se hizo al Parque Chacabuco, en la década del 30, se instaló el Rosedal. Rodeaba a la llamada Fuente de los Sapitos, un espejo de agua de 45 metros de largo “custodiado” por sapos de bronce surtidores de agua, y llegó a tener más de 3000 variedades de rosas.
El Rosedal del Parque Micaela Bastidas, ubicado en Rosario Vera Peñaloza y Av. Calabria, fue inaugurado en enero de 2003. Ocupa una superficie de 5,4 hectáreas y alberga alrededor de 4000 rosas de diferentes especies. Tiene distintos sectores que se comunican mediante caminos y escaleras: la Plaza del Huerto, la Plaza de los Niños y la Plaza del Sol.
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