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- 18.10.2018
JUDICIALES
Robó una heladería y los empleados le dieron una feroz golpiza: la Justicia lo absolvió por “pena natural”
El juez consideró que por las lesiones que sufrió y el tiempo que pasó detenido –en malas condiciones y arbitrariamente- constituían la “pena natural” por el delito cometido, por lo que lo absolvió de cumplir una pena.
El hecho ocurrió en el barrio de Núñez, en julio pasado. Un hombre intentó asaltar una heladería, pero fue reducido por los empleados, que le dieron una feroz golpiza y le causaron la pérdida de un ojo, entre otras lesiones. El acusado estuvo preso dos meses. Finalmente, el juez consideró que por las lesiones que sufrió y el tiempo que pasó detenido –en malas condiciones y arbitrariamente- constituían la “pena natural” por el delito cometido, por lo que lo absolvió de cumplir una pena, pese a señalarlo como responsable del intento de robo.
"El núcleo de esta decisión está atravesada por evitar una condena groseramente irracional, agregando al daño causado mayores sufrimientos", sostuvo el magistrado del Tribunal Oral Criminal y Correccional 15 Adrián Martín en un fallo al que accedió Infobae, según reveló el periodista Martín Angulo.
El magistrado explicó que la pena natural se aplica "porque la culpabilidad del autor ha sido compensada por las graves consecuencias del hecho, que para él mismo tienen efectos similares a una pena".
La noche del 8 de julio pasado, en la heladería "Traiano", un hombre entró al local y pidió algo para comer o plata. Los empleados se negaron. El joven, de 23 años, se levantó entonces la remera y mostró una barra metálica. "Ahora sí. Dame todo lo que tenés", increpó a uno de los empleados al volver a entrar al local con la barra en la mano. Sacó de la caja 2.457 pesos y pidió a los empleados sus celulares. Los dos se negaron, se le tiraron encima y lo golpearon hasta reducirlo. Recién después al 911.
El ladrón perdió su ojo derecho, sufrió desviación del tabique, excoriaciones en la cara y requirió una reconstrucción del párpado. Estuvo tres días internado hasta que fue dado de alto y quedó preso en una cárcel común.
En el juicio oral, el fiscal Ignacio Mahiques había pedido que el acusado fuera condenado a dos años y medio de prisión por robo con armas en grado de tentativa. Tras la absolución, la Fiscalía está en plazo para apelar a la Cámara Nacional de Casación Penal para que el fallo sea revisado.
En el fallo, el juez observó que los empleados no tienen lesiones y que le dieron "una desproporcionada cantidad de golpes en la cabeza" al acusado, de contextura pequeña, “por lo cual, una vez desapoderado del elemento metálico, no era necesario ejercer demasiada fuerza entre dos personas para retenerlo".
El magistrado tuvo en cuenta además que el joven estuvo preso dos meses cuando no había peligro de fuga ni de entorpecimiento. Y que no aplicaba la prisión preventiva por las dos condenas en suspenso previas que registraba. "No sólo debo considerar, bajo el concepto de ´pena natural´, que el imputado hubiera sufrido a consecuencia del hecho un daño físico que torna innecesaria y desproporcionada la aplicación de una pena, sino que debo evaluar cómo la aplicación de un encierro carcelario durante el proceso agravó groseramente su situación personal, generando un sufrimiento innecesario", concluyó.
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