- Opinion
- 06.01.2019
TODO A LA VENTA
El año de la Gran Barata
Para financiarse hacia 2019, y con el ajuste que le impuso el Gobierno nacional, el jefe de Gobierno recurrió a una venta masiva de terrenos durante el año pasado: el Tiro Federal, los terrenos de Retiro y siguen los éxitos.
El tema es sencillo. Horacio Rodríguez Larreta necesitaba plata. Mucha plata. Una campaña no es barata. Y menos la que él tiene pensada para este año, que básicamente consiste en inaugurar obra tras obra para mostrar el perfil de gestión que siempre buscó marcar. Pero, crisis económica mediante, el Gobierno nacional empezó a obligarlo a ajustar y a traspasarle costos y más costos (se está concretando en estos días el traslado de subsidios a la tarifa social). Esto enfureció al equipo porteño: “¿Qué quieren? ¿Qué no inauguremos el Paseo del Bajo?”, me decían a mediados del año pasado, enojados con el Gobierno nacional. La solución a la que viene echando mano Larreta es la venta de terrenos públicos. Repasemos algunos de los casos más conocidos que se dieron a lo largo del año pasado.
La más resonante, por el conflicto que generó y el tiempo que le llevó venderla, es el Tiro Federal. Hacia fines de 2018, consiguió finalmente vender dos manzanas por 5600 millones de pesos. Atención que el pago no es cash, sino en cuotas (33 por ciento en 50 días, 33 por ciento en un año y 33 por ciento en dos años). Como promocionaron algunos medios oficiales, en la zona se construirán edificios de cien metros de altura (unos treinta pisos) que luego podrían venderse por seis veces el valor de compra. Las nuevas torres comenzarán a hacerse en 2020.
Lo más escandaloso, no obstante, es quiénes fueron los ganadores. Se trata de un fideicomiso llamado Buenos Aires Landmark, que es manejado por los grupos Sielecki y Werthein.
Como contó Nueva Ciudad, el empresario Gerardo Werthein es, a su vez, el presidente del Comité Olímpico Argentino que impulsó junto a la gestión PRO el plan de mudar a Villa Soldati el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). ¿Y dónde queda el CENARD? Al lado del Tiro Federal, que acaba de comprar Werthein. ¿Para que lo mudan? Para vender los terrenos. ¿A quién? Adivinen.
Quedan otros dos lotes del Tiro Federal: el A fue el que ya se vendió, el B es área de la histórica sede social de la Asociación Civil y el lote C que es donde funcionará el Parque de la Innovación, que se supone que reunirá a instituciones privadas y públicas que se dediquen a la investigación científica (hasta ahora no se conocen interesados del sector privado). La construcción de este parque debería salir del dinero que se recaudó con la venta de terrenos. También se usará parte del dinero para la urbanización de las villas 31 y 31 bis. O, al menos, eso se supone. Desde la primera venta de terrenos de Catalinas norte cuando Macri era jefe de Gobierno siempre se busca un destino noble a la hora de vender y seguir vendiendo tierras.
Pero la Gran Barata de Nuñez no terminará cuando hayan vendido el CENARD, además del Tiro Federal. También van por otro terreno cercano, que ocupa el Instituto Superior de Educación Física Enrique Romero Brest. La idea es mudarlo al Parque Sarmiento, lo que ya puso en pie de guerra tanto a la comunidad educativa como a los vecinos del parque, que perderán zonas de recreación.
La diferencia entre las ventas que consiguió Macri como jefe de Gobierno y las que están obteniendo Larreta es que ahora actúa en tándem con el Gobierno nacional. Particularmente, con Ramón Lanús, titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). De hecho, antes de que se vendiera el Tiro Federal, el AABE subastó otro terreno a un par de cuadras por 42 millones de dólares. Se lo quedó la desarrolladora Raghsa, cuyo dueño es Moisés Khafof. Allí también habrá torres.
A estas ventas se sumó en las últimas semanas el intento de enajenar terrenos de Retiro cercanos a la 31 y 31 bis. Son tierras que pertenecen al Onabe. En una de las últimas sesiones de la Legislatura del año pasado se aprobó el traspaso de una deuda nacional a la Ciudad por 175 millones de dólares. La intención es vender esos terrenos para pagar la deuda.
No obstante, esto no fue aprobado por la Legislatura, que solo resolvió aceptar el traspaso de tierras, pero no indicó cuál será su destino. Esos terrenos incluyen una parte de la Villa 31, por lo que obviamente sus vecinos se resisten. Desde el oficialismo, sostienen que hace falta más plata para financiar el Paseo del Bajo y que podría salir de la venta de esos terrenos. Plantean que tenían un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que se les cayó por el acuerdo de Macri con el FMI, que les impidió tomar esa deuda. Desde la oposición advierten que se está intentando vender terrenos estatales de Retiro al precio vil de 80 dólares el metro cuadrado en una zona mucho más cara. En cualquier caso, Larreta necesita 40 votos para venderlos. Aún no los tiene.
Como decíamos, todo esto servirá de combustible para la campaña. La idea es este año inaugurar los viaductos del Ferrocarril San Martín y del Mitre y, por supuesto, el Paseo del Bajo, la principal obra que Larreta tendrá para mostrar en 2019. Curiosamente, es la misma obra por la que existe una denuncia penal de la auditora Cecilia Segura por cómo se la adjudicaron a la empresa que era del primo del presidente, Angelo Calcaterra. Como dijo el ministro de Obras y Servicios Públicos menemista Roberto Dromi: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”.
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