OPINIÓN

Lo que dejó el cierre de alianzas en la Ciudad

La principal noticia fue la conformación de un frente entre el PRO y la UCR, que sumó insólitamente al socialismo. El Frente de Todos podría llevar a Lammens como extrapartidario.

Werner Pertot


El cierre de alianzas de la semana pasada tuvo sorpresas a nivel nacional, pero también reconfiguró el mapa porteño. Lo primero que hay que registrar es que finalmente se dio una alianza entre la UCR y el PRO en la Ciudad, luego de años de dificultades para conformar el Cambiemos porteño. Solo que ahora no se llamará Cambiemos, sino Juntos por el Cambio. Por ese espacio, es muy probable que sea candidato a senador por la Ciudad Martín Lousteau, lo que termina de sacarlo de la competencia con Horacio Rodríguez Larreta, algo que el jefe de Gobierno siempre intentó evitar. Lousteau termina así de ser una amenaza para el macrismo porteño. En tanto, el Frente de Todos también se anotó y tiene dos virtuales precandidatos, Mariano Recalde y Victoria Donda, a los que se podría sumar Matías Lammens como un extrapartidario. La superposición de las elecciones nacionales con las porteñas, incluyendo el ballotage, empuja a la polarización entre estos dos espacios también en la Ciudad de Buenos Aires. 

Fue una semana con sorpresas nacionales. Pero también con el rediseño del escenario porteño. El macrismo anotó, al igual que a nivel nacional, a Juntos por el Cambio en la Ciudad. Y por primera vez desde que se formó Cambiemos, el radicalismo porteño y el PRO formarán parte del mismo espacio en la Ciudad, algo que no habían conseguido ni en 2015, cuando los radicales enfrentaron al PRO con Lousteau y Larreta estuvo a tres puntos de perder la jefatura de Gobierno, ni en 2017, cuando volvieron a intentar con el mismo candidato y sacó la mitad de los votos.

Mucha agua pasó debajo del puente desde ese último resultado y la semana pasada el PRO consiguió inscribir una alianza con los radicales, pero también con la Coalición Cívica, con el partido de Graciela Ocaña, con la UCedé y, sorpresivamente, con los socialistas, encabezados por Roy Cortina. Esta fue quizás la mayor sorpresa del cierre porteño, informada por el sitio La Letra P. Es la primera vez que el socialismo porteño se alía al PRO en la Ciudad, por lo que le llovieron críticas a Cortina.

El legislador porteño se defendió con este argumento: "Aceptamos la invitación a un espacio plural en donde hay espacios con los que tenemos afinidad, como la Coalición Cívica y Evolución. Hemos decidido privilegiar la construcción política de la Ciudad. Nos parece que es el lugar adecuado nuestro". Lo cierto es que Cortina estuvo la mayor parte del año intentando armarle un espacio porteño a Roberto Lavagna, cuando el ex ministro de Economía tenía más apoyos dentro del peronismo y de los gobernadores.

La idea de Cortina era competir con otros precandidatos a jefe de Gobierno, entre los que podía contarse Matías Lammens, Marco Lavagna y tal vez Matías Tombolini. Pero una vez que la candidatura de Lavagna comenzó a perder el apoyo de los gobernadores con el surgimiento de Alberto Fernández, el espacio comenzó a achicarse: sin CFK como candidata a presidente, Lammens comenzó a negociar con el peronismo y el kirchnerismo, como contamos acá.

Entonces, de manera inteligente, el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el vicepresidente primero de la Legislatura, Francisco Quintana, empezaron a explorar un acuerdo con Cortina, algo impensado hace algunos años. Y finalmente consiguieron sumarlo. Con esta decisión, Larreta termina de fagocitar a todos los adversarios que alguna vez se unieron detrás de Lousteau y que estuvieron cerca de quitarle la jefatura de Gobierno en el ballotage en 2015. Antes, había conseguido incorporar a Graciela Ocaña y Carrió se había sumado a Cambiemos.

El socialismo porteño había pasado por las experiencias de ECO y Evolución, que fueron quebrándose. Su última ruptura fue con Lousteau, que lo acusó de aceptar cargos en la Legislatura en connivencia con el macrismo. Ahora Lousteau y Cortina volverían a encontrarse en el mismo espacio, si el ex embajador en Washington decide finalmente ser candidato a senador porteño.  Esto terminará de eliminar la amenaza de que Lousteau compita ya sea con Macri en las nacionales o con Larreta en la Ciudad.

Tomémonos un minuto para observar lo siguiente: Larreta fue muy astutamente desarticulando a todos sus adversarios no kirchneristas hasta terminar teniéndolos todos detrás de su candidatura. Solo le quedó enfrente el espacio que aglutina a peronistas y kirchneristas. La postulación de Lousteau, en parte, se piensa también para contener a parte de los votos de las clases medias que podrían votar a Lammens.

Por su parte, el Frente de Todos se inscribió con el PJ, el Partido de la Victoria, Nueva Dirigencia, el Partido Intransigente, el Frente Grande, Red por Buenos Aires, Kolina, el Partido Comunista, el Frente Progresista y Popular, Encuentro por la Democracia y la Equidad, el Partido Solidario, Seamos Libres, Patria Grande, Pueblo en Marcha, Izquierda Popular y el Partido del Trabajo y la Equidad. Si se observa bien, no hay un partido que represente a Lammens, que si termina siendo candidato de la unidad o participando en unas PASO con Donda y Recalde, lo hará como extrapartidario. Pero esa definición depende de negociaciones que continúan y que seguirán seguramente hasta el cierre de listas del 22 de junio.

La elección porteña configura, de esta forma, dos grandes espacios que se enfrentarán a la par de los nacionales, algo que cobra más fuerza todavía si tenemos en cuenta que las elecciones nacionales y las porteñas son en la misma fecha. Será una elección en la que deberá regir la paridad de género en las listas legislativas y en la que el macrismo dispuso la obligatoriedad de realizar 17 debates electorales: para candidatos a Jefe de Gobierno, legisladores porteños y los presidentes de las 15 juntas comunales. Está todo por verse.

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