OPINIÓN

Una bolsa llena de lavagnistas

Desde el cierre de listas, los integrantes del espacio porteño de Roberto Lavagna no paran de pelearse entre sí. La discusión por la lista que quería competir en las PASO llegó a Tribunales. Y la Justicia electoral habilitó la lista que habían anulado desde la conducción del espacio.

Werner Pertot


Un pacto entre Margarita Stolbizer y Luis Barrionuevo. Una lista para competir al hijo del candidato a presidente, en un cierre de listas donde todo se hizo a las apuradas y se armó a último momento. Insultos entre los contendientes. Y una decisión de impedir la competencia en las PASO que terminó en Tribunales. La verdad, si nos estábamos aburriendo, Roberto Lavagna nos hizo un aporte a quienes seguimos la política porteña: generó un espacio creado a último momento donde todos son riñas de gallos, maledicencias y pocas posibilidades electorales. Roy Cortina huyó a tiempo de ese espacio… hacia los brazos de Horacio Rodríguez Larreta.

Las discusiones furibundas entre los integrantes del lavagnismo porteño evidencian que es un espacio armado muy a último momento, sin el tiempo mínimo para dirimir las diferencias básicas. Todos ya hicieron el chiste, pero acá no nos vamos a perder la oportunidad: el espacio se llama Consenso Federal 2030… y de consenso tiene muy poco.

La cosa fue así: durante meses Lavagna mantuvo en suspenso su candidatura presidencial, hasta que la emergencia de Alberto Fernández lo obligó a definirse. Durante todo ese tiempo, el espacio porteño circuló entre la indefinición de Marco Lavagna, Matías Tombolini y un Roy Cortina que quería ordenar las candidaturas y que se lanzó tempranamente como precandidato a jefe de Gobierno. Ese sector buscaba conseguir que se sumara Martín Lousteau como eventual candidato de Lavagna. No solo no lo consiguieron, sino que perdieron a Cortina que, al igual que Lousteau, terminó dentro del amplio armado que urdió Larreta.

Además, la candidatura de Lavagna perdió volumen político con la salida en masa de gobernadores peronistas que pasaron a apoyar a Fernández y con la partida de Miguel Angel Pichetto hacia el oficialismo. Esto llevó a que la presentación en la Ciudad llegara tarde y con los que quedaron. Y, aún así, no lograron ponerse de acuerdo.

La lista oficial lleva como candidato a jefe de Gobierno a Matías Tombolini, un dirigente que supo pasar por el massismo y a quien Lousteau acusa por lo bajo de haber sido financiado en 2017 por Larreta para perjudicarlo. Tombolini fue designado por el actual jefe de Gobierno como presidente del Consejo Económico y Social en reemplazo de Federico Saravia, quien fue echado del cargo antes de terminar su mandato. Saravia es un hombre de Lousteau y su salida fue parte de la purga de dirigentes que respondían al ex ministro de Economía que hizo Larreta después de las elecciones de 2017.

Tombolini es, entonces, el candidato a jefe de Gobierno “oficial” de Lavagna: recordemos que sacó el 5 por ciento en 2017 y quedó quinto, por lo que no entró como diputado. No es el mejor antecedente, convengamos. Marco Lavagna es la cabeza de lista de diputados. Y, con tan pocos espacios, no le hicieron lugar ni a sus aliados de Stolbizer ni a Barrionuevo.

Esto llevó a una alianza algo llamativa entre estos dos. O de Barrionuevo con Sergio Abrevaya, el referente de Stolbizer en la Ciudad. Los dos sectores armaron una lista para competirle en las PASO a Tombolini. Lleva al radical Miguel Ponce como candidato a jefe de Gobierno, a Carlos Campolongo como candidato a diputado y a Julio Bárbaro –nada menos- como candidato a senador. Se anotó muy a último momento y fue cuestionada por deficiencias formales.

La Junta Electoral de Consenso Federal les anuló la lista, con lo que les impidió a los aliados de Lavagna competir en las PASO de la Ciudad. Esto desató el incendio, que nunca es aconsejable cuando se debe encarar una campaña electoral. “Se trata de una maniobra proscriptiva, como la que llevan adelante con Espert y el intento de eliminación de las PASO”, aseguró Miguel Ponce, que pegó a Tombolini a la estrategia de Larreta: “Esto demuestra el pánico del PRO y sus aliados de perder las elecciones. El cargo que tiene hoy Tombolini es financiado por el Gobierno de la Ciudad, es decir por Rodríguez Larreta.  Él es el jefe de Tombolini, hay una dependencia ahí porque es quien lo financia". La maniobra de Tombolini y Larreta no nos va a sacar de nuestro sendero vamos a competir en las PASO”, remarcó al tiempo que hacía una presentación ante el Poder Judicial. Atiendan esto: la discusión de las listas del espacio de Consenso Federal  terminó en Tribunales.

Y para colmo, la jueza electoral María Servini le falló en contra a Lavagna y permitió que compita la fórmula de Julio Bárbaro con Carlos Campolongo. Falta que se expida el Tribunal Superior de Justicia, pero todo indica que, finalmente, habrá PASO en el espacio de Lavagna y no será una interna tranquila, al juzgar por las declaraciones de los contendientes: "Marco Lavagna y Tombolini  eligieron una lista en la que solo están sus familiares y amigos, en la nuestra está el socialismo, el GEN y el radicalismo, nuestro triunfo estaba asegurado y a eso le tenían miedo", sostuvo Ponce. Se equivoca: además, las listas de Lavagna en la Ciudad tienen a varios dirigentes que vienen del PRO y de Recrear, el ex partido de Ricardo López Murphy.

Entre los adversarios en las PASO de un mismo espacio político se estila que el que puede perder asegure que acompañará al ganador, dado que forman parte del mismo frente. Bueno, no. En este caso Ponce dejó en claro que con Tombolini no va ni a la esquina: "No lo vamos a hacer porque Tombolini demostró no ser un candidato confiable pero nosotros no vamos a detener nuestra campaña electoral, vamos a ir a la Justicia y  seguimos tratando de ofertar esta alternativa", insistió. Lo que se dice una interna destructiva.

Pero esto no termina acá, porque lo tenemos a Julio Bárbaro para decir sus… bueno… barbaridades: "No fue Roberto (el responsable de la impugnación), fue abajo. Fue... No me acuerdo cómo se llama...Tontolini".  “Ya no soy candidato porque nos bajaron. Tenían más abogados que candidatos con la otra lista", aseguró mientras sus compañeros de lista iban a Tribunales y revertían la anulación. Ni siquiera se ponen de acuerdo para comunicar dentro de una misma lista. Con la interna planteada, tal vez no sea la mejor la suerte que corran estos candidatos, después de este despliegue público de peleas, desconfianza e insultos.

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