Ante la falta de vacantes, convocan a una “caravana ruidosa” en defensa de un jardín

El nivel inicial es el más afectado por la falta de (miles) de vacantes en la Ciudad. Pese a ello, en lugar de construir un jardín de infantes nuevo allí donde lo había prometido, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta decidió trasladar otro ya existente, causando rechazo en dos comunidades educativas: la que defiende que la Escuela Infantil 6 del Distrito Escolar 6 se quede donde está –en el Hospital Ramos Mejía- y la que reclama un jardín nuevo con vacantes disponibles en la Manzana 66.

En defensa del jardín del Ramos y conectando estos dos reclamos, convocan a una “caravana ruidosa” este viernes a las 17.30 desde Catamarca y Moreno (Plaza Manzana 66) hasta Venezuela 3158 (en el predio hospitalario).

“La promesa de espejitos de colores es que tendremos un nuevo edificio a todo vapor, que el edificio actual ‘se cae a pedazos’ y por ello están apurando las obras para mudarlo antes de fin de 2019. Cabe destacar que nos enteramos de la mudanza mediante el sistema de inscripción online, el 7/10, cuando notamos el cambio de la calle. Nadie nos dio ninguna información oficial: ni verbal ni por escrito. Las familias tuvimos que pedir una reunión a la Dirección del Jardín que fue el 20/11 para enterarnos lo que estaba pasando”, difundieron días atrás las Familias Autoconvocadas por el Jardín del Ramos, mediante un comunicado.

Y agregaron: “El jardín en construcción iba a garantizar vacantes NUEVAS para el barrio e iba a empezar a solucionar el déficit que existe en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires (9000 niños quedan en lista de espera sólo en Nivel Inicial). Por lo tanto, los vecinos del barrio se hallaban ilusionados. Hasta que recibieron la noticia de que iban a mudar el Ramos, quedando unas pocas vacantes disponibles. Los grandes perjudicados también son los trabajadores del Hospital que se quedan sin jardín anexo a su lugar de trabajo”.

Desde esa comunidad alertaron que “el verdadero trasfondo de este desmantelamiento y la falta de vacantes en los maternales es la derivación de esta franja de edad a los Centros de Primera Infancia, los CPI, distribuidos en toda la Ciudad y que han crecido de manera exponencial durante la gestión del PRO. Estos centros no son escuelas sino guarderías, que dependen del Ministerio de Desarrollo Humano. No se requiere título docente y los trabajadores están precarizados. No hay proyecto pedagógico. Se apunta a precarizar la Educación Inicial, en definitiva”.

Tras lograr frenar el intento de cierre del lactario, la comunidad educativa del Ramos sigue movilizada en contra del traslado. “¡Ni cierre ni traslado: que haya dos jardines abiertos para el barrio!”, reclaman.