- Judiciales
- 20.12.2019
UN HECHO QUE CAUSÓ CONMOCIÓN
Llega a juicio el caso del jubilado asesinado por robar chocolate, aceite y queso en Coto
El empleado del supermercado está acusado por el delito de homicidio preterintencional. Contempla una pena de uno a tres años de prisión.
El empleado del supermercado Coto que en agosto pasado mató a Vicente Luis Ferrer, un jubilado de 68 años que se quiso robar dos chocolates, un queso y una botella de aceite, fue enviado a juicio oral y público para ser juzgado por el delito de homicidio preterintencional. Contempla una pena de uno a tres años de prisión.
Según consignó Infobae, el juez de instrucción Darío Bonanno dio por terminada la investigación y envió a juicio oral a Ramón Cerafín Chávez, empleado de la sucursal San Telmo de Coto de San Telmo.
El caso llegó al Tribunal Oral Criminal N° 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis María Rizzi, quienes deberán fijar la fecha de juicio.
El caso tuvo lugar la tarde del 16 de agosto pasado, cuando Ferrer salió del supermercado sin pagar alimentos. El empleado y un vigilador privado de Coto lo siguieron, lo detuvieron e intentaron que devolviera las cosas.
En la secuencia registrada por las cámaras de seguridad de la zona se ve que Chávez redujo a Ferrer y lo arrojó al piso. El jubilado se levantó, forcejearon. Chávez le presionó la espalda con sus rodillas. Ferrer se desvaneció, se le hicieron maniobras de RCP y fue trasladado al hospital Argerich, donde murió.
La autopsia concluyó que la muerte fue por un traumatismo de cráneo con hemorragia que le provocó una “falla multiorgánica”. Además, la víctima tenía tres lesiones cortantes.
El juez Bonnano sostuvo que “la causa del fallecimiento de Ferrer fue consecuencia de las maniobras de retención desarrolladas individualmente por Ramón Cerafín Chávez" y lo procesó por el delito de homicidio preterintencional. Es decir, consideró que Chávez no tuvo la intención de matar pero “en el afán de asegurar la detención de Ferrer, ejerció sobre él un despliegue de violencia que causó de manera mediata su fallecimiento".
El magistrado agregó que “su accionar fue desproporcionado, considerando que la víctima era una persona de 68 años de edad y se encontraba en inferioridad física de acuerdo a su contextura”.
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