Tras su aprobación en la Legislatura, multarán a quienes discriminen a los trabajadores de la salud

En una nueva sesión ordinaria en el marco de la pandemia de coronavirus, la Legislatura porteña aprobó con 55 votos a favor y tres en contra un proyecto para tipificar como contravención y sancionar con multas y tareas comunitarias los actos o gestos de agresión o discriminación contra personas que cumplen tareas esenciales en la emergencia sanitaria.

De acuerdo al proyecto, cuando la contravención sea cometida contra un trabajador de la salud, policial o judicial, y la conducta esté motivada en razón de haber estado en contacto con personas infectadas o sospechosos de alguna enfermedad contagiosa, el infractor será castigado con 2 a 10 días de trabajo comunitario y multas que actualmente oscilarían entre $ 3.381,20 y $ 16.970,20. En la Ciudad ya hubo varios casos de médicos y enfermeros discriminados por sus propios vecinos, mediante carteles intimidatorios en edificios y otras formas de agresión, algunas de las cuales ya fueron denunciadas penalmente.

El proyecto de la Jefatura de Gobierno y que fue presentado por Vamos Juntos, modifica el Código Contravencional porteño. Según consignó Parlamentario, en el debate la legisaldora Claudia Neira (FdT) aseguró que “por supuesto que acompaños este proyecto porque tenemos la convicción de que es necesario cuidar al personal de salud en este momento” e insistió en que como institución “deberíamos repudiar estas situaciones, por eso nos extraña que no hayamos podido aprobar alguna expresión de repudio”.

Y agregó: “Todos los días recibimos denuncias por parte del personal de salud, tanto público como privado, por la falta de insumos, entre otras cuestiones. Hay un gran descontento por parte del personal de la salud, tenemos que tenerlo en las condiciones que corresponden y cuidarlos”.

Mientras que Alejandrina Barry (FIT) consideró que en la Legislatura “discutimos cosas pero no las centrales que aquejan a nuestra ciudad, se quintuplicaron los casos en los barrios vulnerables, tenemos problemas en los geriátricos y paradores, pero no discutimos los problemas fundamentales y profundos”. En ese sentido, destacó la “falta de insumos” en los hospitales públicos de la Ciudad y advirtió que el personal de la salud debe reutilizarlos y que, en algunos casos, deben llevarse los camisolines para lavarlos en sus hogares. “Somos uno de los países con mayor cantidad de profesionales de salud contagiados”, subrayó.

Desde el Frente de Todos, Victoria Montenegro consideró que “si hay personas que discriminan a los profesionales de la salud, seguramente lo aprendieron de la meritocracia y eso fue política de Estado hasta el 10 de diciembre. Aprendieron que solo importan ellos y no el que tienen al lado” y volvió a poner el foco sobre la necesidad de que existan protocolos de actuación para los barrios populares.