Costa Salguero: la Audiencia pública más larga de la historia

Con la venta de los terrenos de Costa Salguero y la ley que se está tratando ahora –que no es para venderlos, eso ya se aprobó en diciembre de 2019, sino para mejorar las condiciones para el privado que los compre-, vimos un hecho inédito en la historia de la Legislatura porteña y de sus audiencias públicas: se anotaron 7053 personas. Esto obligó a que una instancia que suele pasar como un trámite –el oficialismo suele convocar las audiencias públicas en días laborables, en horarios estrambóticos y, cuando son presenciales, en lugares apartados- se tuviera que desplegar como un hecho que palpitó durante un mes entero de personas exponiendo y exponiendo. Lo hicieron, finalmente, 2057. Y lo hicieron en una mayoría abrumadora –más del 97 por ciento- contra la venta de los terrenos. Tras esta participación ciudadana nunca antes vista, queda ver si se sigue la tradición de ignorar completamente esa instancia no vinculante y pasar a votar sin asco, o si habrá algún cambio, en especial en los legisladores que responden a Martín Lousteau o al socialismo.

Para leyes como esta, que implican rezonificar áreas de la Ciudad para permitir torres y barrios de lujo, se requiere lo que se conoce como un proceso de doble lectura. Se trata el proyecto, se vota (cosa que ya ocurrió, salió en esa primera instancia), luego se hace una Audiencia pública donde pueden opinar todos los interesados, y luego vuelve a votarse. Como decía, en general las audiencias públicas, además de que existen formas para desincentivar la participación ciudadana, tienden a ser ignoradas. Vale como ejemplo las que se hacen cuando van a aumentar las tarifas del subte: pasan y pasan los argumentos en contra y luego se hace exactamente el aumento de tarifa que se tenía pensado.

Esto puede cambiar (o no) cuando ocurre una campaña general contra la venta de unos terrenos (¡los de Costa Salguero, justamente! Donde el PRO festejaba sus victorias, donde se casó Macri con Juliana Awada, donde murieron los chicos de Time Warp) y, como parte de esa campaña, se anota un número inusitado de gente en una audiencia pública. El número de 7000 es inaudito en estas audiencias, pero no importa tanto el número, porque acá lo cuantitativo se vuelve cualitativo: hay un evidente rechazo social a la venta de esos terrenos, que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta puede elegir ignorar, o no. Los números los tienen en la Legislatura para seguir como si nada e intuyo que eso es lo que probablemente pasará. Aunque siempre puede haber lugar para lo inesperado.

Hasta ahora, nadie cambió de opinión: hace poco Larreta defendió su postura en una entrevista en la que aseguró que la iniciativa “le dará un nuevo espacio a los vecinos que actualmente no pueden utilizar porque no se encuentra en condiciones”. Hace más tiempo, Lousteau también dijo que el proyecto le parecía bueno. No es el único proyecto inmobiliario que está por discutirse, como recordó el Observatorio de Derecho a la Ciudad (también pueden leer esta nota en Tiempo Argentino de Celeste del Bianco al respecto de esos proyectos). Y sobre el proyecto de Costa Salguero no puedo sino volver a recomendar el enorme trabajo que viene haciendo sobre el tema el periodista Federico Poore: aquí tienen una de sus intervenciones.

Vamos, de todas formas, a repasar algunos números que fueron compilados por el Colectivo de Arquitectas en Defensa de las Tierras Públicas. La audiencia comenzó el 27 de noviembre de 2020 y finalizó el 28 de enero de 2021. Consistió en 30 días en los que los que podían hablar por turnos de unos 5 minutos. Muchos y muchas se quedaron afuera por irregularidades en el Zoom e hicieron tanto ruido que se debió agregar una última fecha para que expusieran todos los que faltaban.

Más datos: de los que se opusieron, que fueron el 97,3 por ciento del total, la gran mayoría planteó que faltan espacios verdes en la Ciudad (1146 veces), que hay que recuperar el acceso al río (1055), que el Gobierno porteño no debe seguir vendiendo las tierras públicas (769), porque es una ley anticonstitucional (622), por el cambio climático (321), y por ser una estafa electoral (280), un argumento teledirigido al espacio de Lousteau, que cuestionó en la campaña que se vendan terrenos públicos y cuyos legisladores ahora votan a favor.

De los más de 2000 que efectivamente hablaron hubo nada más que 55 expositores a favor del proyecto: 34 de ellos eran funcionarios porteños o asesores. Muchos se presentaban como “sociólogos”, pero la vinculación con el Gobierno de Larreta saltaba fácil.

Si finalmente se aprueba la ley con los mismos votos que ya estaban (en octubre pasado, fueron 35 votos a favor, incluidos dos del socialismo de Roy Cortina, y otros 9 del bloque radical alineado con Lousteau), los terrenos marcharán a la venta y se hará un barrio náutico de lujo  con torres que irán de los 18 a los 28,8 metros de altura, con amarradero propio y helipuerto.

Larreta deberá, además, sortear un escollo judicial. La Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativa frenó la venta para evaluar la constitucionalidad de todo el proceso. Es una causa que acciona sobre la ley de privatización de diciembre de 2019 y no sobre la que se discute actualmente. Para terminar de vender los terrenos, el jefe de Gobierno deberá esquivar ese proceso, la Audiencia pública más larga de la historia y las críticas generales por la venta de esos terrenos. Y todavía falta que sepamos quién será el comprador.