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- 05.05.2021
CIUDAD
Comienza el juicio de la policía de la Ciudad que robó y mató a un matrimonio
Los hechos ocurrieron en 2019, la efectivo quería el dinero para llevar a su hija de vacaciones a Disney. La ex pareja de la agente también está acusado en la misma causa.
El hecho ocurrió el 11 de junio de 2019 y desde ese momento la asesina cumple prisión preventiva, ahora será juzgada ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de la Ciudad como presunta autora del doble asesinato de Alberto Chirico y María Delia Speranza.
La causa tiene como segundo imputado al también policía Diego Pachilla, en aquel entonces novio de Soloaga, quien permanece excarcelado e imputado de "encubrimiento doblemente agravado". Ambos trabajaban en la comisaría 9C de la Policía de la Ciudad, fuerza de la que fueron separados luego de la acusación formal.
Soloaga está imputada, según consignó Big Bang News, por "robo agravado por haber sido cometido con un arma de fuego en concurso real con homicidio criminis causa, reiterado en dos oportunidades, cometidos mediante arma de fuego y alevosía, y falsa denuncia", delitos que prevén la pena de prisión perpetua.
La fiscal que investigó el caso, Estela Andrades, dio por probado que el 11 de junio de 2019, entre las 12 y las 14.30, Soloaga cometió los asesinatos. Según la fiscal, la policía se aprovechó de "la relación que había logrado forjar" con el matrimonio, ya que la casa en la que vivían era cercana a la parada donde, por meses, prestó sus servicios de calle. Chirico le permitía usar el baño, y le solía servir café y comidas.
Para la funcionaria judicial, la agente "pergeñó un plan para así ingresar a la vivienda y apoderarse de dinero en efectivo". Las víctimas "fueron golpeadas fuertemente en sus cabezas" y luego ejecutadas con disparos en la cabeza aplicados "desde atrás mientras se hallaban indefensos boca abajo".
El descubrimiento del crimen estuvo en manos de la propia Soloaga, quien el 11 de junio realizó una denuncia en la comisaría 7A, en la que aseguró que fue asaltada y despojada de 300.000 pesos en efectivo y su arma reglamentaria mientras se dirigía a hacer un depósito para el viaje de 15 años de su hija. La policía relató que en el supuesto hecho había disparado el arma reglamentaria dos veces, al igual de lo ocurrido en la escena del crimen.
La policía inspeccionó su vehículo y encontró 70.850 pesos guardados en la campera del uniforme de la acusada. Según Andrades, la falsa denuncia fue efectuada "con el propósito de cubrir su accionar, y en particular deshacerse de la pistola que fuera utilizada en la comisión del crimen". En cuanto a Pachilla, la fiscal sostuvo que enterado del robo a mano armada y posterior asesinato, se decidió a ayudar a Soloaga para evitar que fuera descubierta.
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