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- 12.07.2021
EMERGENCIA SANITARIA
“Vamos a Puerto Madero 2”, por Werner Pertot
El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, avanza en otro negocio inmobiliario, esta vez en la Costanera sur, para que el Grupo Irsa pueda hacer finalmente el barrio VIP de Solares de Santa María en la ex Ciudad Deportiva de La Boca.
Nada detiene los negocios inmobiliarios en la Ciudad. Ni siquiera los años electorales. Especialmente no los años electorales. Luego de que Horacio Rodríguez Larreta se metiera en una disputa para cambiar la legislación porteña y permitir los barrios cerrados –algo que debió eliminar de la reforma del código urbanístico que mandó a la Legislatura-, ahora avanza con un viejo proyecto inmobiliario que, cada tanto, regresa a la Legislatura: Solares de Santa María, el gran barrio VIP que el Grupo IRSA quiere hacer en la ex Ciudad Deportiva de La Boca. Larreta busca que esta vez se apruebe y sostiene que la empresa le “donará” a los vecinos un parque público. Se olvida que esos terrenos fueron del Estado.
El Gobierno porteño informó esta semana que tiene un acuerdo con IRSA y que lo enviará a la Legislatura para volver a probar suerte con este proyecto inmobiliario. Mientras continúa la batalla por la venta de Costa Salguero y Punta Carrasco en Costanera Norte, la polémica ahora se traslada a Costanera Sur. Parece que el jefe de Gobierno no va a descansar hasta que todo el espacio costero esté definitivamente privatizado.
El gran obstáculo que tiene el grupo IRSA es que para lograr hacer sus oficinas, hoteles y viviendas de lujo, tienen que cambiar la zonificación en el Código Urbanístico. Ahora ofrecen hacer un parque público de 478 mil metros cuadrados como ofrenda para que la ley pase y dé lugar a un negocio multimillonario. Venden que el 67 por ciento de la superficie será un espacio verde. El Gobierno porteño además asegura que la empresa aportará fondos para ciencia y tecnología, pero no aclaró de qué forma.
Ahora bien, ¿de quién eran esos terrenos? Hagamos un poco de historia. En 1964 el Congreso le donó ese predio al Club Boca Juniors para que construyera su Ciudad Deportiva, algo que nunca ocurrió. En 1989 una nueva ley permitió que el terreno, que antes era del Estado, fuera vendido. Poco después, Carlos Menem se metió con un decreto para ampliar los terrenos a privatizar y en 1993 la sociedad Santa María del Plata lo compró por 22 millones de dólares. En 1997 entra en acción el Grupo IRSA, que lo compra a su vez por 50 millones de dólares. Desde entonces, intentó varia veces introducir a través del PRO un proyecto en la Legislatura para concretar el negocio.
Para dar una idea: si se aprobara la ley que plantea Larreta, según calculan en el Observatorio de Derecho a la Ciudad (ODC), la zona “muy de mínima, saldrá US$ 1612 millones”.
La urbanización será similar a lo que es hoy Puerto Madero, por eso desde el ODC le dicen Puerto Madero 2. Desde esta ONG cuestionan el convenio porque cerraría “el círculo vicioso del negocio con la tierra pública”: el Estado se lo vende a un privado a precio vil, luego garantiza las condiciones para el negocio y el privado se lleva los millones de dólares. “En este proceso histórico, el Estado perdió 71 hectáreas a cambio de nada y ni siquiera se respetará el destino por el cual cedió estas tierras estratégicas”, advierten desde el ODC. “. La donación y posterior cesión de estas tierras no se realizó para que se desarrolle un complejo inmobiliario suntuoso “, cuestionan.
Para peor: el precio del suelo sube, expulsando a sectores de la población hacia el conurbano, como ya viene ocurriendo con varios emprendimientos en La Boca. Esto es lo que se conoce como gentrificación: la expulsión hacia zonas periféricas de poblaciones pobres por la vía de incrementar el costo de vida en una zona hasta hacerla invivible.
Según indica la ONG, un complejo lujoso es lo opuesto de lo que necesita la zona sur, que requiere más viviendas sociales, escuelas y jardines maternales (recordemos que déficit de vacantes en el sistema público impacta especialmente en la zona sur de la Ciudad). Jonathan Baldivieso, del ODC, dijo a Tiempo Argentino que, si el proyecto Costa Urbana avanza, crece la “apropiación de áreas ribereñas donde van a ir a vivir ciertos sectores sociales y se está generando una ciudad ribereña para los más potentados. Vamos a tener una fractura este-oeste, así como tenemos la desigualdad norte-sur”. Larreta está cerca de lograr su proyecto de una costanera para los ricos.
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