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- 02.10.2021
CIUDAD
Barrio 31 de Retiro: "Hubo un desalojo muy violento, que no cumplió ningún protocolo”
Así lo denunciaron las mujeres de la toma, quienes contaron que fueron “violentadas” y "acorraladas como delincuentes". La funcionaria porteña María Migliore insistió con que "no hubo violencia física”.
El argumento del Ministerio de Desarrollo es el que el predio se necesita para instalar una escuela, pero lo cierto es que el lugar llevaba años convertido en un basural. Fueron las familias de la toma, conocida como “La Fuerza de las Mujeres”, las que limpiaron el lugar para instalarse.
Como respuesta al violento desalojo, las mujeres dieron una conferencia de prensa. "Hubo un desalojo muy violento, que no cumplió ningún protocolo. La policía cerró el barrio para sacar a 100 mujeres indefensas y 170 niños de sus casas", denunció Alicia Espinoza, quien vivía en la toma de los terrenos ubicados en la esquina de La Pampa y Ciervo de Los Andes.
En esa línea, Espinoza señaló que en el operativo -llevado adelante por funcionarios de la administración porteña y de la Fiscalía 11, con intervención de efectivos de la Policía de la Ciudad- las "llamaron y dijeron vayan sacando sus cosas que arrancamos". "Le dije que los chicos estaban durmiendo y no les importó nada, sacaron todo. Mis hijos no querían salir, es su casa, su barrio", recordó.
Además, indicó que comenzó a sentirse mal y tuvo ataques de pánico ante esa situación. "No tenía quien me contenga, quería buscar un poco de agua y me tenían acorralada. Cuando quería pasar tenía barrera policial", expresó. Según relató en la entrevista, ella vivía desde hacía tres meses en el barrio con sus tres hijos, dos mellizos de 5 años y uno de 3.
Al igual que las demás mujeres desalojadas, llegó al barrio tras sufrir violencia de género. Estela Cañete, otra víctima del desalojo, dialogó con Télam sobre lo que vivió y expresó que "fue desesperante". "Los policías entraron y empezaron a romper toda la carpa, con mis tres hijos durmiendo ahí, y lo único que pude cargar es un bolso con ropa", detalló. E
n ese sentido, Cañete contó que sus hijos no pasaron bien la noche y "se despertaban llorando, diciendo que tenían miedo". La mujer remarcó que, con el desalojo, "no tiene dónde irse" y reiteró que piden "una vivienda digna" cuyo alquiler sea accesible. "No pedimos nada gratis", subrayó, al tiempo que reclamó que "se hagan cumplir nuestros derechos, porque ayer se violaron todos y tenemos derecho a una vivienda digna".
Pese a los relatos, la ministra porteña de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore, aseguró que "no hubo violencia física a ninguna de las personas que estuvieron ahí" pero argumentó que tuvieron que intervenir porque agotaron las "instancias de diálogo con los vecinos".
"Intentamos las instancias de diálogo con los vecinos, pero no se pudo. La decisión la toma la justicia. Estamos llegando a un nivel de precariedad y complejidad con esa situación. Nos pareció pertinente poder intervenir", sostuvo la funcionaria porteña. En ese sentido, indicó que los equipos a cargo del desalojo "estuvieron acompañando para que sucediera de la mejor manera posible".
En tanto, afirmó que están ofreciendo "una solución para las familias". "No es intervenir y no hacer nada, sino hacernos cargo de una situación que es compleja, para que esos chicos y madres que estuvieran ahí puedan tener una acompañamiento particular para cada caso", concluyó Migliore.
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