Habrá actividades a 20 años la Masacre de Floresta, el triple crimen cometido por un policía

Maximiliano Tasca, Cristian Gómez y Adrián Matassa salieron a jugar pool y llegada la madrugada del 29 de diciembre de 2001 ingresaron a una estacion de servicio del barrio de Floresta donde estaban mirando por televisión las movilizaciones de Plaza de Mayo que se habían dado días anteriores. Los tres jóvenes de entre 23 y 25 años hablaban sobre las protestas cuando el policía Juan de Dios Velaztiqui gritó “¡basta!”, desenfundó su pistola Browning GP-35 .9 milímetros y tiró. Los tres jóvenes fueron asesinados.
 
Los asesinatos se sucedieron en un contexto de reconstrucción del tejido social donde las asambleas barriales, las ollas populares y los trueques generaban la solidaridad entre vecinos. Así, el crimen generó una conmoción.
 
Según la reconstrucción de los hechos, los jóvenes hablaban de los hechos ocurridos el 19 y 20 de diciembre y als posteriores protestas. “Está bien, por los 33 que mataron el otro día”, dijo Maximiliano ante sus amigos, cuando veía en la TV que había un grupo de manifestantes golpeando a un policía. “¡Basta!”, Velaztiqui, que comía un alfajor y bebía una Coca Cola en el interior de la estación de servicio donde trabajaba como custodio. De inmediato, abre fuego
 
Tasca es fusilado por la espalda, de un balazo que impacta a cuarenta centímetros de la nuca. Gómez, de 25 años, se cubre el rostro con las manos y brazos: un tiro ingresa por la axila y queda agonizando en suelo. Velaztiqui lo remató.  Matassa, de 23, recibe un disparo en el abdomen y muere al día siguiente en el Hospital Álvarez. Un cuarto amigo, Enrique alcanza a huir y cuando el policía le dispara por la espalda no acierta en el blanco.
 
Sandra Bravo trabajaba como empleada del maxikiosco de Gaona y Bahía Blanca y su testimonio fue clave para condenar a Velaztiqui a prisión perpetua por el triple homicidio agravado por alevosía, según consignó Página 12. “Yo lo insulté. Le grité  ´hijo de puta, por qué me mataste a los chicos si no te habían hecho nada´”, relató Sandra en el juicio oral.
 
Tras asesinar a sangre fría y por la espalda a los tres chicos, Velaztiqui intentó montar una escena. Movió los cuerpos ya sin vida y hasta colocó un cuchillo en la escena, para simular un robo y justificar que en verdad había actuado en defensa propia.
 
Juan de Dios Velaztiqui tenía 61 años y era suboficial de la Policía Federal. Trabajaba en la fuerza desde hacía tres décadas. Durante la dictadura cívico-militar, Velaztiqui estuvo involucrado en una violenta represión durante un partido entre Defensores de Belgrano y Nueva Chicago.
 
En marzo de 2003, Velaztiqui fue condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral Federal N.º 13. En 2012, la Justicia lo benefició con la prisión domiciliaria y desde entonces Velaztiqui vive en la casa de una hija en Berazategui.
 
Junto a las madres de otros chicos asesinados, Silvia Irigaray creó en 2004 la Asociación Civil Madres del Dolor.
 
Hoy, organizaciones sociales y de derechos humanos realizan varias actividades contra la violencia institucional y el gatillo fácil a 20 años de la Masacre de Floresta. Comienzan a las 17 con una señalización en el lugar del crimen , gaona y bahia blanca. A las 19 habrá una misa y luego una marcha de antorchas a plaza del corralon (gaona 4600).