EDUCACIÓN

Realizaron una jornada para protestar por el cierre de las escuelas de discapacidad

La comunidad educativa se organiza para impedir que el Ministerio de Educación porteño deje a estudiantes con discapacidad sin escuelas. La ministra Soledad Acuña se negó a recibir a las familias.


Estudiantes con discapacidad de la Ciudad de Buenos Aires se encuentran ante una situación crítica, ya que el Gobierno porteño recortó la formación de todos los estudiantes a los 22 años de edad, violando la resolución 155 del Consejo Federal de Educación firmada en 2011. Son chicos y chicas que asisten a las escuelas especiales que incluyen la formación para niños, niñas, jóvenes y adultos con retraso madurativo, y que ofrecen formación integral y laboral.
 
Durante su formación, las y los estudiantes, aprenden cocina y chocolatería; artes combinadas, artesanías en cuero y fotografía. Además tienen talleres de radio, mosaiquismo y cerámica; y varios más como huerta, velas, jabones, etc. El Ministerio de Educación que conduce Soledad Acuña, redujo drásticamente la cantidad de horas y días de cursada en 12 de las 13 escuelas especiales con estas características educativas.
 
Hasta el año pasado, los estudiantes asistían a la escuela de 8 a 16 horas de lunes a viernes, y con el recorte, ahora lo hacen 2 o 3 veces por semana y menos del 50% de carga horaria en cada jornada. “Mi hijo extraña mucho estar con sus amigos, estaba más tiempo en la escuela que en casa conmigo”, cuenta Vicente, padre de Nicolás. “El Gobierno de la Ciudad no sólo le quito parte importante de la escuela a mi hijo, sino que hace más vulnerable su situación ya que  yo trabajo en un bar media jornada pero voy a tener que irme porque ahora en la escuela está pocos días y horas”, cuenta a Tiempo Argentino.
 
El martes pasado, las familias se movilizaron al Ministerio de Educación porteño para pedirle a la ministra Acuña que no deje sin educación a sus hijos e hijas. “La ministra no nos quiso recibir, nos dejó afuera del ministerio. Estuvimos varias horas esperándola pero nadie se acercó a hablar con nosotras”, cuenta a Tiempo Claudia, mamá de un estudiante de 24 años de la Escuela Especial N° 16. “Nos vamos a seguir movilizando para que den marcha atrás esta medida que deja a nuestros hijos sin educación ni acompañamiento del Estado. Si ahora permitimos que recorten sus horas y días de clases, más adelante le van a quitar todo. Somos familias muy vulnerables que necesitamos de la escuela y la contención y formación que le dan a los chicos”.
 
El sábado pasado por la tarde, desde la comunidad educativa de Escuelas Especiales realizaron una mateada en el Parque de Los Patricios para poner este tema en agenda e intercambiar propuestas y próximas medidas que llevarán adelante.
 
“El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deja a nuestros hijos sin una formación constante, como lo exige la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que dice que el Estado debe acompañar la formación de manera permanente”, dijo a Tiempo Eliana Villar, mamá de un adolescente que padece espectro autista, que estudia en la Escuela de Educación Especial N° 18. “Con este ajuste los deja en un gran estado de vulnerabilidad, sin darles ninguna alternativa para que puedan continuar con su formación. Lo único que les dejaron son unos talleres de una hora y media dos o tres veces por semana”, agrega.


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