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- 22.06.2022
CIUDAD
Legislatura: proponen conmemorar el 20º aniversario de la muerte de Kosteki y Santillán
Lo hizo el legislador porteño Solano del PO. Ambos piqueteros fueron asesinados por la policía el 26 de junio de 2002, en una marcha en Puente Pueyrredón. Se exige “condena efectiva a los responsables materiales y políticos”.
A días de cumplirse 20 años de la Masacre de Avellaneda, el legislador del Partido Obrero (PO), Gabriel Solano, presentó en la Legislatura porteña un proyecto de declaración mediante el cual busca conmemora los 20 años del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. También se plantea la adhesión a las movilizaciones en el marco de este aniversario y exige la condena efectiva a los responsables materiales y políticos, asi como repudia todas las manifestaciones antipiqueteras realizadas por los bloques políticos patronales.
El proyecto lleva también la firma de Amanda Martín del FIT y allí argumentan, según consignó Parlamentario.com, que fue “una operación represiva en regla, por lo cual es ajustada la denominación de Masacre de Avellaneda” y recordaron que “en dicha jornada hubo treinta y tres heridos de bala producidos por las tropas conjuntas de la Policía Bonaerense, Prefectura y la Policía Federal, que dispusieron francotiradores desde las inmediaciones con armas especialmente escogidas para disimular la responsabilidad de las fuerzas de seguridad, por lo cual numerosos heridos lo fueron por balas de calibre 22 para luego montar la farsa de que eran heridos o muertos víctimas de los propios manifestantes”.
Además detallaron que “no se trató de una represión más de las tantas que hemos tenido bajo todos los gobiernos constitucionales -no solo bajo la dictadura genocida- contra los trabajadores en lucha” y consideraron que “aquella represión fue preparada minuciosamente por un Consejo de Seguridad comandado por el gabinete nacional que era de ‘unidad nacional’ porque lo integraban no sólo los peronistas del presidente Eduardo Duhalde, sino también un radical como Jorge Vanossi, activo inspirador y conspirador de la operación. Ese gabinete expresaba a la ‘liga de gobernadores’, sostén del presidente provisional elegido por la asamblea legislativa, después de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre que acabó con el gobierno de De la Rúa y Cavallo”.
“El movimiento piquetero era el heredero político y continuador del Argentinazo que derivó en el ‘que se vayan todos’. El gobierno surgido del telefonazo entre Raúl Alfonsín y Duhalde cuando se sucedían cinco presidentes en una semana venía a rescatar al Estado sacudido por la irrupción popular donde confluyeron piqueteros y ahorristas estafados en la famosa unión de piquetes y cacerolas. Había que golpearlo, derrotarlo, para recomponer esa autoridad perdida por el Estado de los explotadores”, completó.
Al mismo tiempo que remarcaron que “a 20 años, centenares de miles de piqueteros se organizan de manera independiente a los gobiernos, mostrando la vigencia de un movimiento histórico de los más explotados dentro de los explotados” y destacaron que “son 20 años que nos muestran que bajo todos los que nos gobernaron en estas dos décadas perdemos los trabajadores. Por eso la vigencia de las banderas de la gran Marcha Federal ‘por el trabajo y el salario, contra el hambre y la pobreza’”.
“Por eso hoy tenemos que luchar por la libertad y la absolución de todos los condenados y procesados por luchar. Porque la derrota de fondo de los asesinos de Kosteki y Santillán será la derrota de una clase social y sus gobiernos, será la victoria del gobierno de los trabajadores para lo cual tenemos que organizarnos como alternativa política y de poder”, sentenció.
El proyecto lleva también la firma de Amanda Martín del FIT y allí argumentan, según consignó Parlamentario.com, que fue “una operación represiva en regla, por lo cual es ajustada la denominación de Masacre de Avellaneda” y recordaron que “en dicha jornada hubo treinta y tres heridos de bala producidos por las tropas conjuntas de la Policía Bonaerense, Prefectura y la Policía Federal, que dispusieron francotiradores desde las inmediaciones con armas especialmente escogidas para disimular la responsabilidad de las fuerzas de seguridad, por lo cual numerosos heridos lo fueron por balas de calibre 22 para luego montar la farsa de que eran heridos o muertos víctimas de los propios manifestantes”.
Además detallaron que “no se trató de una represión más de las tantas que hemos tenido bajo todos los gobiernos constitucionales -no solo bajo la dictadura genocida- contra los trabajadores en lucha” y consideraron que “aquella represión fue preparada minuciosamente por un Consejo de Seguridad comandado por el gabinete nacional que era de ‘unidad nacional’ porque lo integraban no sólo los peronistas del presidente Eduardo Duhalde, sino también un radical como Jorge Vanossi, activo inspirador y conspirador de la operación. Ese gabinete expresaba a la ‘liga de gobernadores’, sostén del presidente provisional elegido por la asamblea legislativa, después de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre que acabó con el gobierno de De la Rúa y Cavallo”.
“El movimiento piquetero era el heredero político y continuador del Argentinazo que derivó en el ‘que se vayan todos’. El gobierno surgido del telefonazo entre Raúl Alfonsín y Duhalde cuando se sucedían cinco presidentes en una semana venía a rescatar al Estado sacudido por la irrupción popular donde confluyeron piqueteros y ahorristas estafados en la famosa unión de piquetes y cacerolas. Había que golpearlo, derrotarlo, para recomponer esa autoridad perdida por el Estado de los explotadores”, completó.
Al mismo tiempo que remarcaron que “a 20 años, centenares de miles de piqueteros se organizan de manera independiente a los gobiernos, mostrando la vigencia de un movimiento histórico de los más explotados dentro de los explotados” y destacaron que “son 20 años que nos muestran que bajo todos los que nos gobernaron en estas dos décadas perdemos los trabajadores. Por eso la vigencia de las banderas de la gran Marcha Federal ‘por el trabajo y el salario, contra el hambre y la pobreza’”.
“Por eso hoy tenemos que luchar por la libertad y la absolución de todos los condenados y procesados por luchar. Porque la derrota de fondo de los asesinos de Kosteki y Santillán será la derrota de una clase social y sus gobiernos, será la victoria del gobierno de los trabajadores para lo cual tenemos que organizarnos como alternativa política y de poder”, sentenció.
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