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- 26.12.2022
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"Un regalo de Navidad para Larreta y un conflicto de poderes para la Argentina", por Werner Pertot
La Corte pateó el tablero y le devolvió buena parte de la coparticipación de Macri a la Ciudad. Larreta anunció la baja de impuestos, en un paso más de su campaña hacia la presidencia, pero solo cumple su promesa si todo el país se la financia
La historia es conocida pero vale repetirla: Macri, cuando asumió la presidencia, le subió por decreto la coparticipación a la Ciudad de 1,4 a 3,75. No dio demasiadas explicaciones de a qué se debían esos fondos, aunque luego, cuando le bajó la coparticipación a 3,5, sostuvo que era por el traspaso de la Federal a la Ciudad. Los números nunca dieron y el gobierno de Alberto Fernández lo advirtió de inmediato, lo que empezó una negociación que nunca llegó a buen puerto. De hecho, en todo el expediente que maneja la Corte, la Ciudad nunca explicó cómo es que necesitaba 112 mil millones de pesos para una policía de 19 mil agentes, mientras que la Policía Federal recibe 70 mil millones para 32 mil policías.
Alberto Fernández, en el medio de un conflicto con la Policía bonaerense, resolvió aprovechar para bajar la coparticipación: primero se la dejó en 2,32 por ciento, que es lo que calculó que costaba la Policía de la Ciudad. Pero luego el Congreso sacó una ley donde fijó un monto para pagar a los agentes porteños, actualizable año a año y sacó la coparticipación de la discusión.
En el medio, Larreta creó nuevos impuestos y dio de baja muchas obras. Dato: que Larreta haya dado de baja la construcción o la refacción de escuelas usando como excusa la coparticipación también fue una admisión de que la plata que le dio Macri excedía largamente la necesaria para financiar la Policía de la Ciudad.
Nada de esto le preocupó a los integrantes de la Corte Suprema, por supuesto, que en vísperas de Navidad le regalaron un fallo a Larreta: es en realidad una cautelar, aunque la vendieron como que “le daban la razón a la Ciudad”, según un resumen que hicieron circular informalmente. Los cuatro magistrados que integran el tribunal superior dispusieron que el gobierno nacional le pague al Gobierno de la Ciudad el 2,95 por ciento de la masa de impuestos coparticipables. Eso implicó, en los hechos, duplicarle los fondos.
No se sabe como hicieron las cuentas, pero es seguro que inventaron una nueva coparticipación porteña. No es la “coparticipación Macri” (en realidad, fueron dos montos, porque Macri también le bajó la coparticipación a la Ciudad sin que nadie dijera esta boca es mía), ni la “coparticipación Alberto”. Yo diría que la llamemos “coparticipación Horacio”, en honor al presidente de la Corte, Horacio Rosatti.
El aporte a la campaña de Larreta fue rápido y evidente. Larreta hizo una conferencia de prensa para decir que se suspende el impuesto a las tarjetas de crédito que inventó y que bajará el impuesto de ingresos brutos para el sector financiero. Macri se intentó subir a la Larretacleta y dijo que “el fin del populismo está cada vez más cerca”. Por si quedaban dudas de que es un fallo partidario.
La Ciudad vuelve a chocar con las provincias como en los viejos tiempos. Los gobernadores están en pie de guerra, se reunieron con el presidente, propusieron algunos de ellos desconocer el fallo de la Corte, otros advirtieron que esto afecta el acuerdo con el FMI, y no faltó el que pidió avanzar en remover a la Corte actual. El clima de alegría de la victoria en el Mundial duró bien poco. Hubo cuatro que se ocuparon de borrarlo de un plumazo y volver a la polarización y el conflicto habituales.
La decisión del Gobierno nacional de no acatar el fallo de la Corte profundiza un escenario de choque de poderes que comenzó con la Corte metiéndose a definir la composición de los bloques del Senado o incluso antes, con Macri metiendo jueces en la Corte por decreto. Si no hay sensatez por parte de todos los gobernantes, esto no se sabe donde termina. Larreta eligió subirse a esa polarización porque le sirve contra sus contrincantes internos: Patricia Bullrich y Mauricio Macri.
Pero hizo una admisión en el proyecto de ley que presentaron sus legisladores para bajar impuestos: decía que se concretaría siempre y cuando Alberto Fernández habilite los fondos. Desde el Frente de Todos, pidieron que se redactara de manera más clara: era la primera vez de un proyecto de ley con condiciones. ¿Se imaginan cómo serían otras leyes en este sentido? Tiro algunas ideas:
1) Formosa promete regalar casas por ley siempre que Alberto les de la plata. Si no se las da, nadie tiene casa. Culpa del presidente.
2) Entre Ríos saca una ley crea una fuerza para proteger los humedales. ¿Con qué fondos? Con los que les tiene que habilitar la Nación de inmediato, si no, no hay tal solución y es culpa de Cristina.
3) Tierra del Fuego saca una ordenanza aumentando los sueldos de todos en millones. ¿De dónde sale la plata? Pidansela a Alberto.
¿Se imaginan leyes de este tipo? Larreta intentó pasar una similar, sin miedo al ridículo. La redacción de esa ley llevó a un choque con el Frente de Todos, que no se privó de pasarles en plena sesión los audios de Mahiques y de D’Alessandro que no quisieron escuchar cuando clausuraron la Legislatura hace apenas una semana.
Está todo abierto sobre cómo va a terminar este nuevo choque Ciudad-Nación que supera todos los anteriores, incluído el traspaso del subte, el de la policía y otros éxitos de la era PRO.
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