OPINIÓN

"Locademia de policía: qué pasa con la escuela de los miembros del chat de Lago Escondido y la jueza del ataque a CFK", por Werner Pertot

El Frente de Todos quiere saber con qué criterio la escuela de la Policía de la Ciudad tiene bajo su ala a Marcelo D’Alessandro, a Juan Mahiques y a la jueza Capuchetti.

Si yo les dijera que hay una escuela que tiene como docentes o investigadores a la jueza que está cuestionada por no investigar el atentado a Cristina Fernández de Kirchner, al ministro de Horacio Rodríguez Larreta que tuvo que dejar el cargo (temporalmente) porque saltaron los chanchullos con el negocio de la grúas y los contubernios con la Corte, y al jefe de los fiscales porteños que aparece en audios proponiendo amañar una causa con una fiscal para ocultar un presunto delito en un viaje pago por empresas a la estancia de Joe Lewis en Lago escondido, me dirían que es un mal guión de una película clase B. Pero no: es real. Todos forman parte de la escuela que en la que aprenden los oficiales de la Policía de la Ciudad. El Frente de Todos presentó la semana pasada un pedido para que el director de esa escuela explique un poco cómo selecciona su plantel docente.

El pedido de interpelación es para el director del Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP), Gabriel Unrein y seguramente será bloqueado por la mayoría larretista. Pero no deja de ser llamativo que no quieran explicar por qué la jueza María Eugenia Capuchetti, a cargo de la investigación sobre el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y muy cuestionada por como se condujo, tenga un lugar allí como docente desde 2014 y que sea investigadora del Observatorio de Políticas de Seguridad de la Ciudad desde 2017. Todo con dinero de la Ciudad. Capuchetti recibiría una remuneración de 73.924,23pesos por la tarea investigativa.

Ahora bien, esto representa un problema: los jueces no puede cobrar dos sueldos. Desde 1958, existe un decreto que establece que los jueces únicamente pueden dedicarse a la docencia. Pero eso no incluiría la investigación, según consideró el ministro de Justicia nacional, Martín Soria.

Este problema ya existió con quien hoy ocupa uno de los máximos cargos en el Poder Judicial porteño: la jueza de Tribunal Superior de Justicia Marcela Langhe. Ella era jueza y, a la vez, una de las máximas autoridades del Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP). Asi que cobraba dos sueldos: uno del Poder Judicial y otro del Ejecutivo, que conduce hoy Larreta. Y hoy define fallos judiciales a favor del Gobierno porteño. ¿Indepenqué cosa? 

A todo esto hay que sumarle que, pese a que pidió licencia por 90 días, Marcelo D’Alessandro fue designado como profesor titular de una materia que deben cursar quienes están haciendo el ingreso a la Policía de la Ciudad. Es decir, que ya lo ubicaron ahí con un carguito por si no vuelve al ministerio. Recordemos que D’Alessandro todavía debe explicar sus conversaciones con un enviado del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti –razón por la que a este último le quieren hacer juicio político en el Congreso nacional- además de algunas conversaciones sobre “sobres” con empresarios del negociado de las grúas, por no mencionar todo el affaire de Lago Escondido.

Y ya que hablamos de Lago Escondido, otro de lo que forma parte de esta Locademia de Policía es Juan Bautista Mahiques: es nada más ni nada menos que el vicedirector del ISSP y también figura como titular de la materia sobre derecho procesal penal. Mahiques es el jefe de los fiscales porteños y titular de una asociación internacional de fiscales. En el Gobierno de Cambiemos, era el representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. Y es el que figura en los chats rosqueando con una fiscal de Bariloche para cerrar la causa que les habían abierto por el viaje a la estancia de Joe Lewis.

Los legisladores del Frente de Todos quieren preguntar cómo se llegó a estas designaciones “considerando que no se han efectuado en base a un concurso público de oposición y antecedentes”. “Cabe preguntarse si el Director del ISSP, Gabriel Esteban Unrein, consideró esta serie de hechos a la hora de firmar las distintas resoluciones que los designan y si realizó una valoración ética acerca de dichas designaciones teniendo en cuenta el rol del Instituto”, se preguntaron los legisladores.

La verdad es que me pregunto lo mismo.

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