- Política
- 24.02.2023
JUSTICIA
Nuevos chats complican a D’alessandro y exponen su cercanía con un juez federal
La nueva filtración evidencia las conversaciones del ministro de seguridad en licencia de la Ciudad con el juez Sebastián Ramos, quien fue el encargado de archivar la causa que tenía abierta el funcionario porteño por sus chats con Silvio Robles.
Una nueva filtración de chats complica al ministro de seguridad y justicia en licencia de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’alessandro. En esta oportunidad, las conversaciones evidencian la relación que mantenía con el juez federal Sebastián Ramos, quien semanas atrás fuera el encargado de archivar la causa que tenía abierta el funcionario porteño por sus chats con Silvio Robles, secretario del juez Rosatti.
Los mensajes exponen entrega de autos, pedidos de aceleración de procesos judiciales y distintos favores que son muestra de la cercanía que existe entre ambos actores.
El último mensaje registrado corresponde al 26 de enero del 2022 a las 23:30 horas, en las cuales el juez Ramos le agradece al ministro la recepción de un automóvil. “¡Hola tano, hoy me entregaron el focus!! gracias!”, escribió el jurista. “Nada q agradecer. Ni bien entren los Toyotas te doy uno”, fue la respuesta de D’alessandro y un minuto más tarde, Ramos contesta: “Uhhhh, genial. ¡Abrazo grande!!!!”.
En otra de las conversaciones se observa el pedido de un favor personal por parte del juez federal en el que solicita al funcionario de la CABA acelerar la entrega de un cuerpo de un familiar que debía atravesar el habitual proceso judicial.
“Estoy empujando todo lo posible! La fiscal es una pelotuda”, le respondió el ministro. Una vez otorgado el favor, Ramos agradece y le comenta: “Tano, un detalle. El comisario lo atendió 1000 puntos, te lo quería remarcar, abz”. “Era la idea amigo! Sino lo parto”, le responde D'Alessandro.
En cuanto a la causa en la que se encuentra investigado el ministro de seguridad por la filtración previa de chats que lo relacionan con Robles, el propio Ramos explicó en su fallo que las conversaciones “no pueden ser admitidas bajo ningún concepto como parte de un juicio respetuoso del debido proceso, pruebas o testimonios que hayan sido obtenidos, como a esta altura puede observarse, mediante maniobras organizadas basadas en actividades de inteligencia ilegal”.
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