OPINIÓN

"El Burzacogate y el intento de borrar lo ocurrido", por Werner Pertot

Larreta presentó la captura de dos sospechosos del asesinato del ingeniero en Palermo para eludir el desastre que fue la investigación al comienzo. La salida de Burzaco

Esta semana que pasó asistimos a una operación de borrado. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta apareció en escena como si fuera el jefe de Scotland Yard para anunciar que habían detenido a dos personas por el asesinato del ingeniero en Palermo y que eran las culpables. Policía, juez y jurado, todo en Larreta. ¿Por qué la sobreactuación? Porque Larreta necesitaba con urgencia tapar el desastre que había sido todo lo que ocurrió después del crimen: su ministro de Seguridad, Eugenio Burzaco, estaba en un viaje con fines poco claros en Estados Unidos cuando ocurrió (lo único que se supo a ciencia cierta es que estaba viendo tenis). Larreta tuvo que poner la cara y debió echarlo cuando volvió. Fue el quinto ministro de su gestión. Lo reemplazó con un dirigente de bajo perfil que completará los tres meses que faltan. El candidato Jorge Macri se mantuvo a saludable distancia de todo lo ocurrido.

Lo cierto es que ni bien pisó tierra de su viaje a EEUU –que tuvo un regreso abrupto- Burzaco se enteró de que lo acababan de echar. Antes el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, había tronado por vía telefónica para ordenarle que se volviera de inmediato. El tweet en el que el jefe de Gobierno comunica el despido es una obra de arte de la comunicación política: intenta disculpar el viaje al tiempo que justifica que lo está rajando del cargo.

“Hoy tomé la decisión de pedirle la renuncia a Eugenio Burzaco como responsable del Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. Eugenio viajó a los Estados Unidos en viaje oficial programado hace tiempo, y mantuvo reuniones de trabajo con autoridades gubernamentales de su área, como el FBI, Policía de Nueva York y el Departamento de Seguridad Nacional, entre otros. Puedo comprender los motivos personales de algunas de sus actividades durante el viaje”, dice. Ajá. ¿Entonces, por qué se fue?

Continúa Larreta: “Pero el contexto actual requiere el 100% de nuestro trabajo y foco puesto a disposición de la responsabilidad que nuestra función pública demanda. Fue Eugenio el que tomó la decisión de anticipar su regreso a Buenos Aires”, aseguró, cuando en verdad le pidieron que volviera. La furia (no hay otra palabra) con Burzaco fue letal: no estaba en el país por un viaje “injustificado” a meses de asumir y a poco de terminar, Larreta terminó siendo el parrarayos de la noticia de un asesinato en “la ciudad más segura de América Latina”.

Habría que revisar es enunciado porque depende la zona de la Ciudad que se elija las estadísticas pueden superar las del conurbano: por ejemplo, el promedio de homicidios en provincia de Buenos Aires es de3.67 cada 100 mil habitantes. En la Comuna 1, es de 5.4, en la comuna 3, es de 6,72; en la Comuna 7, es de 6,61; en la 4, de 9.98. Ninguna alcanza a Santa Fe que tiene un índice promedio de 11,41. Pero no deja de ser llamativo que hay dos ciudades. Palermo no estaba entre las zonas más inseguras, pero sí es uno de los lugares donde más se roba celulares, que fue lo que ocurrió en este caso.

El viaje de Burzaco fue muy extraño : se supone que era un viaje oficial para ver a autoridades del FBI, NCPD, etc, pero la realidad es que no hubo difusión de una sola actividad del ministro: ni una foto de una reunión, ni un comunicado de un encuentro. Nada. Cero.

En el Ministerio de Seguridad porteño, sostienen que no pueden revelar la agenda que llevó adelante Burzaco porque es reservada. ¿Un viaje internacional pago con nuestros impuestos es reservado? ¿A qué fue realmente Burzaco? Ante la insistencia, dijeron que no pueden revelar qué estuvo haciendo por pedido de las autoridades de EEUU. Más raro aún.

Por lo tanto, lo único que existe de ese viaje –y por lo que será recordado- es un video donde él está disfrutando del US OPEN. Alegan que eso fue un alto en sus actividades oficiales y que fue por invitación de su sobrino. Recordemos que Eugenio Burzaco es hermano de Alejandro Burzaco, ex directivo de la FIFA que fue condenado en EEUU por sobornos en lo que se conoció como el FIFA GATE.

Para colmo, mientras el ministro de Seguridad porteño, la Policía de la Ciudad no acordonó la heladería y en la zona donde fue atacada la víctima, fue un cronista el que encontró el cuchillo. Para completar, dejaron acercarse a una persona que estaba cortando el césped. El manual de todo lo que no hay que hacer.

Si se suman todos esos hechos, se entiende por qué Larreta lo reemplazó por Gustavo Coria. Y por qué era necesario hacer un show de la detención de dos personas acusadas de haberlo matado, casi como si Larreta fuera Sherlock Holmes. Pero el dedo nunca alcanza para tapar al sol. Esperemos que, por lo menos, sean los verdaderos culpables del asesinato.

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