- Opinion
- 15.01.2024
OPINIÓN
"Cerrame la D", por Werner Pertot
El jefe de Gobierno, Jorge Macri, justificó el cierre por dos meses de la línea D de subte y dijo que lo que viene es mejor: prometió la frecuencia que ya había prometido Horacio Rodríguez Larreta ocho años antes.
El jefe de Gobierno puso mucho empeño en remarcar que el cierre, que ya está afectando la vida de decenas de miles de personas, era necesario y que se hizo en el momento menos gravoso, dado que la cantidad de gente de vacaciones hace que la línea se use menos. Claro que, para eso, la clase media debería poder seguirse yendo de vacaciones: según las encuestas, hasta el 60 por ciento de la clase media y media baja optó por no irse a ningún lado.
Jorge Macri también dijo que la instalación de un nuevo sistema de señalización va a mejorar la frecuencia del subte. Esto lo afirmó en una recorrida por las obras donde intentó alejarse del fantasma de que está permanentemente de vacaciones en Punta del Este. Dijo Jorge Macri: “El tiempo de espera entre una formación y otra se va a reducir a tres minutos y medio”. Y sostuvo que actualmente es de casi 5 minutos. Con esto tiró tierra sobre Horacio Rodríguez Larreta, quien prometió lo mismo que Jorge solo que hace ocho años.
De todas formas, según quienes saben del tema, es real que la frecuencia puede mejorar si se pasa del sistema actual de la línea D al CBTC, que es el que tiene la línea H. Según el sitio Enelsubte.com, “a diferencia de los sistemas tradicionales como el ATS o el ATP, que trabajan con secciones fijas, el CBTC -como lo indica su nombre- se basa en secciones móviles determinadas por la ubicación de los trenes, permitiendo que las formaciones se aproximen a una distancia mínima de 30 metros entre sí. Esto redunda en la posibilidad de correr una mayor cantidad de trenes en simultáneo y, por lo tanto, reducir los tiempos de espera”.
Además, se trata de un sistema más seguro que impide la posibilidad de accidentes graves entre los trenes. De hecho, el o la conductora interviene mucho menos (solo en situaciones que lo requieran) y el control se hace desde una central.
Este cambio de la señalización de la D ya había sido licitado en 2016, pero la licitación se cayó y el Gobierno la relicitó en 2019 con un préstamo del Banco Europeo de Inversiones de 105 millones de dólares, que también permitió costear las obras del Nodo Obelisco y trabajos de repotenciación. La empresa que está haciendo las obras es Siemens Mobility. De paso van a remodelar algunas estaciones, como Facultad de Medicina.
La pregunta es si esto se podría haber hecho de noche, o en un tiempo más breve. La respuesta obvia del Gobierno porteño es que no. Así que el subte permanecerá cerrado entre el 8 de enero y el 17 de marzo (si llegan a terminar todo para esa fecha).
En cambio, algunos dirigentes de la oposición, como el legislador Juan Manuel Valdes: “Es la primera vez que paran una línea por tanto tiempo sólo para un cambio de señalización. La Ciudad debe tener un sistema de contingencia para que con las líneas de colectivos haya una mejor oferta para los pasajeros que quedan desamparados”.
No obstante, existe un cierre que le compitió, aunque pierde por poco. Es el que hizo el primo del actual jefe de Gobierno: Mauricio Macri. Así es. En 2013, Macri cerró la línea A entre el 8 de enero y el 6 de marzo de 2013. En ese caso, era para cambiar formaciones. El mismo sitio Enelsubte publicó en su momento un extenso artículo donde remarcaron que no era necesario cerrar la línea. Indicó que “la incorporación de coches Mitsubishi a la línea B, de los Nagoya a las líneas D y C, y de los Alstom a la línea D, se realizó sin interrumpir ni alterar en forma significativa el servicio”. Indicaba que se podría haber hecho de noche.
Pero Mauricio Macri en ese momento optó por dejar a la población sin una línea entera de subte por casi dos meses. Su primo llegó ahora para romper ese récord.
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