- Opinion
- 08.04.2024
OPINIÓN
"Jorge Macri y los cazadores de la coparticipación perdida", por Werner Pertot
El jefe de Gobierno intentó nuevamente sacarle al ministro de Economía Luis Caputo una promesa, o algo, de que recibirá los fondos de coparticipación que la Corte ordenó que les manden.
Fue, en los hechos, el segundo encuentro de Jorge Macri con Caputo en Casa Rosada. En el primero, habían establecido que iban a ponerse en contacto los cuadros técnicos de ambos gobiernos para avanzar en una solución al fallo de la Corte, que ordena que la coparticipación de la Ciudad se suba de 1,4 por ciento a 2,95 por ciento. Se trata de un fallo que viene del gobierno de Alberto Fernández, pero que –en los hechos- Milei también se está negando a cumplir.
La reunión terminó con un comunicado que dice que van a seguir trabajando en un “mecanismo para solucionar el tema”. "Ambas partes son optimistas en que se encontrará una solución viable", dice el texto. Es decir: otra vez Jorge Macri se fue sin nada.
El jefe de Gobierno, no obstante, buscó disimular la decepción: "Se trató de una reunión constructiva y valoró positivamente que la Nación esté buscando distintas soluciones para el reclamo de la Ciudad". También participaron en el encuentro el secretario de Hacienda, Carlos Guberman; la subsecretaría de Relaciones con las Provincias, Valeria Sánchez; el Jefe de Gabinete porteño, Néstor Grindetti; el ministro de Hacienda y Finanzas de la Ciudad, Gustavo Arengo; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Guillermo Romero. Todos con su mejor cara de póker.
En el medio de las dilaciones, se siguen acumulando los fondos a pagar: la deuda en coparticipación es estimada por la Ciudad en 522.000 millones de pesos, pero que a la fecha, calculando la inflación de los últimos períodos, se proyecta por encima de un billón de pesos (1,2 billones para ser precisos). ¿Va Milei a darle esa cantidad de fondos a la Ciudad? Por el momento, hay más chances de que se afilie al Partido Comunista.
Las conclusiones de la reunión de Jorge Macri con Caputo por parte de funcionarios porteños fueron idénticas a las del encuentro del 4 de enero: se mostraron optimistas porque Caputo no desconoce la deuda (en rigor, hay un fallo de la Corte que tiene que cumplir, no es opcional) y porque sigue abierto a charlar el tema. No obstante, los avances entre esa primera reunión y esta segunda brillan por su ausencia.
Asi las cosas, no parece probable que la Ciudad reciba esos fondos frescos en ningún momento cercano. Habrá que ver hasta qué punto Jorge Macri sigue apostando a la vía negociadora y cuando retoma la carta de la Corte, a la que podría ir a exigir que ejecute el fallo. Claro que la Corte se viene mostrando muy contemplativa con Milei: la prueba más cabal es que sigue en pie un MegaDNU que permitió cambios violentos en contratos de alquileres y subas masivas en las prepagas, por mencionar dos afectaciones a derechos.
La discusión por la coparticipación porteña viene de largo: arrancó cuando Mauricio Macri como presidente la subió unilateralmente a 3,75 por ciento (luego él mismo la bajó a 3,5). El motivo, según se dijo, era el traspaso de la policía a la Ciudad, pero cuando llegó Alberto Fernández hizo cuentas y los números no cerraban: les habían pasado mucha más plata que lo que correspondía por la policía. Por eso, retrotrajo esa decisión y el Congreso sacó una ley específica para financiar la transferencia de la policía. Larreta metió un impuesto a las tarjetas de crédito que luego dio de baja en plena campaña de 2023.
Horacio Rodríguez Larreta, entonces jefe de Gobierno, llevó el tema a la Corte y consiguió un fallo a favor, que ordenó devolver a la Ciudad a una coparticipación que decidieron los Supremos: del 2,95 por ciento. Fue cuando se conocieron los chats entre un allegado al presidente de la Corte y el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, quien debió dejar el cargo. El kirchnerismo le inició juicio político a la Corte, pero naufragó en el Congreso. Todo ese escándalo no cambió una letras del fallo, que ahora Milei se niega a cumplir. La preguna sigue siendo: ¿hasta cuando aguantará la paciencia de Jorge Macri?
- SECCIÓN
- Opinion
COMENTARIOS