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- 31.05.2024
DERECHOS HUMANOS
Murió Norita Cortiñas a los 94 años: una historia de lucha por los derechos humanos
La referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora fue intervenida quirúrgicamente el 17 de mayo por una hernia en el Hospital de Morón y desde ese entonces permaneció en terapia intensiva.
La militante incansable por los derechos humanos y referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas falleció a los 94 años. La triste noticia se conoció este jueves por la noche luego de que se encontrara internada y fue intervenida quirúrgicamente el 17 de mayo por una hernia en el Hospital de Morón.
La reacción inmediata de cientos de personas que decidieron homenajearla de manera espontánea fue acercarse a Plaza de Mayo, en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, para realizar la habitual ronda que las Madres llevan adelante todas las semanas hace décadas.
Nora Morales de Cortiñas, conocida como Norita Cortiñas, nació el 22 de marzo de 1930. Se desempeñó como psicóloga social y profesora en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Doctora honoris causa por la Universidad Libre de Bruselas en el año 2000, la Universidad de Salta en 2004, y la Universidad de Buenos Aires en 2012.
Tal como ella relató, su vida cambió cuando el 15 de abril de 1977 su hijo Gustavo fue detenido, secuestrado y desaparecido en la estación de Castelar, provincia de Buenos Aires. En el momento del secuestro, Gustavo era estudiante universitario y colaboraba con el padre Carlos Mugica en la Villa 31. Tenía 24 años. Su hijo aún permanece desaparecido. Hasta el día de hoy, sus restos no fueron encontrados, ni se pudo obtener información alguna sobre su paso por algún centro clandestino de detención.
Desde 1977, Norita se unió a las Madres de Plaza de Mayo y exigió por su aparición con vida, además de memoria, verdad y justicia. El 30 de abril de ese mismo año participó de su primera ronda de Madres, la cual recordó en una entrevista: "Eramos muy poquitas y todas estábamos atravesadas por el miedo y la angustia mientras averiguábamos por el paradero de nuestros hijos nos íbamos encontrando con mujeres y hombres en la misma situación”.
En 1980, comenzaron a usar el pañuelo blanco en la cabeza con el nombre y apellido del familiar desaparecido, bordado por la peregrinación hacia la Basílica de Luján, y desde ese día no se lo quitó más.
Su lucha continuó firme hasta sus 94 años. La búsqueda de la verdad y la justicia la llevó a participar en numerosos congresos, seminarios y debates en los temas de derechos humanos, mujeres y de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de las Naciones Unidas (NU). Norita también se destacó en la cultura y educación y durante su trayectoria dictó cursos en universidades, colegios secundarios, centros de estudios y asociaciones de profesionales, organizaciones civiles, sindicales y vecinales.
En lo que respecta a estos últimos meses, para el 24 de marzo, buscó la unidad de quienes salieron a la calle para reclamar verdad y justicia en tiempos de un gobierno negacionista como el de Javier Milei y Victoria Villarruel. El 9 de mayo avisó que no iría a Plaza de Mayo para plegarse al paro general de las centrales obreras. Su última vez en ese lugar había sido una semana antes. Estuvo en la Feria del Libro en un homenaje a la periodista María Seoane.
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