COMUNA 4

Llaman a licitación para restaurar la escuela Lamadrid de La Boca

La Escuela Primaria Común Nº 10 "Gral. Gregorio Aráoz de Lamadrid", ubicada en el barrio de La Boca, atraviesa graves problemas de infraestructura. Ahora, el Gobierno porteño llamó a licitación para restaurarla.


La Escuela Primaria Común Nº 10 "Gral. Gregorio Aráoz de Lamadrid", ubicada en el barrio de La Boca en la Comuna 4, se encuentra en un estado de abandono vergonzoso y ha llevado a las autoridades a convocar una licitación pública para su restauración y puesta en valor. El edificio escolar, situado en la calle Gral. Araoz de Lamadrid 499, presenta un importante deterioro en sus instalaciones, lo que ha generado preocupación en la comunidad educativa.
 
El proyecto de restauración, cuyo presupuesto oficial asciende a la exorbitante cifra de $1.374.761.519,93, incluye una amplia variedad de trabajos destinados a solucionar las diversas deficiencias detectadas en el inmueble. Entre las principales intervenciones previstas se encuentran la restauración de las fachadas interiores y exteriores, la rehabilitación del tercer piso, la reparación de los cielorrasos, solados y la azotea, así como la pintura general del edificio. Sin embargo, estas acciones llegan tarde y parecen una medida desesperada frente a una realidad que ya no se puede ocultar. La falta de mantenimiento prolongada ha puesto en peligro la integridad del edificio y la seguridad de las y los estudiantes, evidenciando la inacción de las autoridades.
 
Las deficiencias no se limitan a la estética. Las instalaciones eléctricas, sanitarias, de gas y contra incendios se encuentran en un estado deplorable que requiere intervención urgente. La necesidad de actualizar o reparar estas instalaciones sugiere que no cumplen con los estándares actuales de seguridad, exponiendo al establecimiento a riesgos potenciales. El proyecto también contempla la instalación de un sistema termomecánico y la incorporación de un ascensor para mejorar la accesibilidad no son un lujo, sino una obligación incumplida durante años.
 
Otro de los problemas importantes detectados es la situación de la azotea, donde se han identificado filtraciones y daños en la cubierta. Estos problemas, de no ser resueltos, podrían comprometer la integridad estructural del edificio y agravar las condiciones de humedad en el interior, afectando tanto a las aulas como a las áreas comunes. Es evidente que la intervención llega cuando la situación ya es insostenible, y lo que debería haber sido un mantenimiento regular se ha convertido en un costoso proyecto de rescate.
 
El llamado a licitación, publicado recientemente en el Boletín Oficial, establece un plazo de ejecución de 360 días para los trabajos, que comenzarán una vez firmada el acta de inicio. Para garantizar el avance de las obras, se ha dispuesto un adelanto financiero del 20% del monto total del contrato. Las empresas interesadas deberán cumplir con los requisitos establecidos en los pliegos de bases y condiciones, incluyendo la inscripción en el Registro Informatizado Único y Permanente de Proveedores.
 
El Gobierno porteño parece más interesado en apagar incendios que en planificar soluciones reales. Ahora que la escuela ha llegado a un punto crítico, no les queda más opción que asignar una suma millonaria para resolver lo que podría haberse evitado con un adecuado mantenimiento preventivo. Las autoridades responsables deberán rendir cuentas por haber dejado que una institución educativa llegue a este estado calamitoso.
 
La licitación pública N° 558-0020-LPU24 es un paso tardío y necesario hacia la mejora de la infraestructura escolar en la Ciudad de Buenos Aires, donde numerosos edificios sufren el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. Sin embargo, la complejidad del proyecto y el presupuesto asignado exigen un seguimiento riguroso para asegurar que las obras se realicen en tiempo y forma, evitando sobrecostos y demoras que ya han afectado otros proyectos similares en el pasado. Queda por ver si esta intervención será suficiente para devolver la dignidad y seguridad que los alumnos y docentes de la Escuela Lamadrid merecen o si el ciclo de abandono y parches continuará siendo la norma en la infraestructura escolar de la Ciudad de Buenos Aires.


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